Aunque es sabido que desde siempre en todas las ciudades existe una zona roja para el ejercicio de la prostitución, los comerciantes y vecinos de la zona de Alem y San Martín se quejan porque en los últimos tiempos ese aspecto del barrio está haciéndose mucho más notorio y conflictivo.
En poco tiempo, la cantidad de trabajadores que ejercen la prostitución en la zona creció de manera considerable, incrementando los problemas de convivencia y generando algunos problemas adicionales.
“Una de los principales quejas tiene que ver con las situaciones de escándalo que se producen en la vía pública”, le explicó a 12 Noticias una comerciante.
“Los travestis nos usan la puerta del local de baño, todos los días, es realmente asqueroso”, comentó la comerciante.
“Algo que nos da miedo, es que las zonas rojas son mucho más “calientes”, porque se le asocian otras actividades marginales e ilícitas”, contó la comerciante, que pidió reserva de identidad por temor a represalías.
