El presidente Mauricio Macri aseguró este martes que en una escala de 1 a 10, el balance que hace de sus tres días en Nueva York, es “10”, ya que por un lado pudo transmitir al mundo “la coherencia” de lo que se está haciendo en Argentina, y por otro, sentir el entusiasmo y el interés que genera el país en el mundo, ya sea desde lo político como lo económico.
“De 1 a 10, es 10”, dijo el Presidente en una ronda de prensa con medios argentinos con la que dio por concluida su agenda en Nueva York, donde hasta el último minuto tuvo actividad oficial en Naciones Unidas y encuentros bilaterales con empresarios del mundo que quieren invertir en Argentina.
Luego de haber participado por primera vez en la Asamblea General de Naciones Unidas, en la Cumbre de Refugiados que organizó el presidente de Estados Unidos Barack Obama, y de haber entregado al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon el acuerdo de París sobre Cambio Climático, ratificado por el Congreso argentino, Macri sintió que pudo “mostrar al mundo la coherencia de lo que se está haciendo en Argentina”, dijo un estrecho colaborador del Presidente.
Además, tuvo la oportunidad, en los quince minutos que duró su exposición ante la Asamblea General de ONU, de explicar que Argentina tiene una “agenda moderna, contemporánea”, que coincide con la agenda global, donde tienen un lugar central la crisis de los refugiados, la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, el cambio climático, y el lugar de la mujer, entre otros temas.
Así, sobre todos estos temas el presidente marcó en su discurso la posición argentina, así como también la realidad de una Argentina que regresó al escenario internacional, que busca resolver sus problemas a través del diálogo, para adentro y para afuera del país, que ofrece reglas claras, que vela por los derechos humanos y también por los derechos de los sectores más vulnerados, entre otros temas.
Específicamente, Macri anunció su colaboración con los refugiados de Siria ampliando el programa del gobierno para recibir mayor cantidad de ciudadanos sirios que huyen de la guerra en su país, un pedido que impulsa, entre otros, Barack Obama, y alzó su voz convocando a los países del mundo que firmen el Acuerdo de París para que antes de fin de año entre en vigencia, un llamado que en su discurso también hizo Ban Ki Moon.
En su mensaje incluyó el reclamo de conversaciones con el Reino Unido sobre la soberanía de las Islas Malvinas, y agradeció el apoyo que muchas naciones le están dando a la canciller Susana Malcorra en su carrera hacia la secretaría de las Naciones Unidas.
Pero, además de la agenda que desarrolló en la ONU, el presidente argentino tuvo actividades relacionadas con el mundo de los negocios, y también con las organizaciones no gubernamentales.
En la Bolsa de Valores de Nueva York, Macri y su equipo de colaboradores, mostró al mundo el potencial de lo que se dio en llamar La Nueva Argentina, que fue precisamente el nombre de un seminario que organizó en el edificio de Wall Street el diario The Financial Times, y fue recibido por su presidente como un “rock star”.
“Por fin conocí al Rock Star del momento”, le dijo uno de los directivos de la Bolsa de Valores de Nueva York a Macri antes de que el Presidente cerrara el seminario con una entrevista donde se le preguntó sobre la situación actual de la Argentina.
De ese seminario, que buscó dar una idea a los empresarios del camino que está transitando la Argentina desde el 10 de diciembre, participaron también el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Economía Alfonso Prat Gay.
Otro escenario elegido por el jefe de Estado para el relanzamiento de la Argentina en el exterior, fue la Clinton Global Initiative, que preside el presidente Bill Clinton, secundado por su hija Chelsea.
Allí, en el mismo escenario por el que pasaron figuras bien diferentes de la política, los negocios, el espectáculo y la filantropía, unidas por la voluntad de ayudar a los sectores más vulnerados de todo el mundo, Macri enumeró las reformas llevadas a cabo desde que asumió el gobierno, hace 10 meses, así como también asumió las deudas aún pendientes con los ciudadanos argentinos más necesitados, y su objetivo de Pobreza Cero.
La formalidad del evento tuvo sus momentos de distensión, como cuando Macri se saludó con Bono, o cuando el primer ministro italiano, Matteo Renzi, bromeó con Clinton, y el presidente argentino se sumó, al invitarlo al G7 Renzi y al G20 Macri, como “primer caballero”, mostrando la simpatía que despertaba en ambos la candidata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton.
Macri terminó su intensa agenda de actividades con buen humor, llevándose la idea del “enorme interés que genera la Argentina en el mundo”, como él mismo dijo, lo que ni siquiera pudo borrar el malentendido sobre su fugaz conversación la primer ministro británica en el marco de un almuerzo que ofreció Ban Ki Moon en la sede de Naciones Unidas.
En ese contexto de menos de un minuto de intercambio de saludos, Macri le dijo a Theresa May que Argentina estaba listo para empezar a dialogar, pero sin hablar específicamente de ningún tema en particular, sino en general.
Señaló en su encuentro con la prensa argentina, a la que ofreció una charla cada uno de los días que estuvo en Nueva York, que para el mundo Argentina es “una excelente oportunidad” y que en estos tiempos está generando “un pico de interés”, que hay que aprovechar, y luego sostener.
“Hoy estamos ante una posibilidad única”, dijo el mandatario en referencia a este especial interés y entusiasmo que genera Argentina, y concluyo: “Espero que esta vez sea la definitiva”.