Lo que pasó en Villa Gobernador Gálvez no fue solo una elección local: fue la clave que definió el resultado del Departamento Rosario. Con apenas unos meses en política, Juan Pedro Aleart se impuso con 10.231 votos ante Ciro Seisas en la categoría de convencionales y, con esa victoria estratégica, se quedó con el control del departamento más importante de la provincia después de la capital.
El dato no es menor: quien ganaba Villa Gobernador Gálvez, ganaba el Departamento Rosario. Y Aleart, con una sola aparición pública un miércoles a las 15 hs y una campaña sin aparato, lo logró contra todos los pronósticos.
Ciro Seisas, actual senador provincial y respaldado por el armado oficialista de Unidos, no logró hacer pie. Su paso por la Legislatura dejó poco y nada para los villagalvenses, y eso se notó en las urnas. Mientras tanto, Aleart capitalizó el malestar acumulado y la falta de respuestas de una gestión que, entre otras cosas, tuvo a la ciudad casi 20 días sin agua potable.
Ni el intendente Alberto Ricci pudo torcer la tendencia. Ricci, que en la apertura de sesiones del Concejo criticó duramente a Milei y que durante las presidenciales apoyó a Sergio Massa, no logró transferir votos ni blindar al candidato del espacio oficialista. Los villagalvenses eligieron distinto. Eligieron otra cosa.
A pesar de los recitales de cumbia, los actos y los intentos por maquillar la realidad con eventos populares, la gente votó con la cabeza fría y el recuerdo fresco. Y ese voto le dio a Aleart no solo una victoria local, sino el liderazgo del Departamento Rosario.
Con actitud, presencia y un mensaje claro, Juan Pedro Aleart dejó de ser una promesa para convertirse en una figura real de poder en el sur santafesino. El mapa político cambió, y cambió desde Villa Gobernador Gálvez.
