La niña identificada como Makayla S. Bowling, murió dentro de una casa en el condado de Washington (Indiana).
Las autoridades policiales informaron que el padre de la nena estaba dentro de su domicilio limpiando una pistola que creía que estaba descargada cuando de repente se le disparó y la bala terminó impactando en la cabeza de Makayla, quien tuvo que ser trasladada de urgencia al Norton Children’s Hospital en Louisville (Kentucky) en ambulancia aérea. Poco después de llegar al nosocomio fue declarada muerta.
El incidente está actualmente bajo investigación y las autoridades no anunciaron si se presentarían cargos.
Los manuales de armas y los protocolos de entrenamiento recuerdan a los propietarios que revisen si un arma está descargada y apuntando a una dirección segura antes de comenzar la limpieza. Sin embargo, los disparos accidentales son una causa importante de muerte en Estados Unidos.
Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en 2015 hubo 489 muertes como resultado de disparos accidentales. De esas muertes, casi 50 casos involucraron a víctimas que tenían 14 años o menos.