Los equipos del Ministerio de Educación de la provincia junto a personal municipal de las áreas de educación e inclusión social, empezaron a recorrer los barrios de la ciudad para buscar “casa por casa” a quienes terminaron la primaria en 2022 y no están inscriptos en ninguna escuela secundaria.
El pasaje entre ambos niveles, advierten, es un tránsito que hay que acompañar para lograr una tasa de escolaridad plena. En la provincia, detectaron a unos 4 mil adolescentes que no están anotados en la escuela media. De ese total, unos 14 viven en Funes.
El trabajo conjunto de distintas coordinaciones municipales pudo determinar que en la ciudad de Funes hay 14 chicos que terminaron la primaria y no están inscriptos en el secundario. Por otro lado, son 30 los niños y niñas que finalizaron el nivel inicial y no están anotados en ninguna escuela para comenzar la etapa primaria.
La coordinación de educación junto al equipo de inclusión social de Funes, han diagramado el operativo que se desarrollará durante las dos últimas semanas de enero. Para esto cruzaron los datos nominales de los alumnos que el año pasado terminaron el séptimo grado con los registros de los nuevos inscriptos en la escuela media, y de aquellos que finalizaron el nivel inicial y no están registrados para comenzar sus estudios primarios.
Así detectaron que en Funes había 14 adolescentes que habían egresado de la primaria, pero no se habían anotado en la secundaria. En ese salto de nivel, muchas veces se pierde el vínculo con el sistema educativo o, dicho de otra forma, es una de las causas de abandono escolar.
La secretaria de Gestión Territorial de la cartera educativa de Santa Fe, Rosario Cristiani, considera que el camino del primario al secundario muchas veces “es un espacio puente, donde las chicas y los chicos se nos pierden”, por eso “hay que acompañar ese proceso, asegurándonos en principio que los chicos lleguen a la escuela media”.
La secundaria es obligatoria desde 2006. Desde entonces se mejoró el acceso a este nivel, garantizando nuevas oportunidades de aprendizaje para los jóvenes. Aún así, las desigualdades persisten: en la provincia el 98,1 por ciento de las niñas y niños de entre 4 y 17 años están en la escuela, pero en el caso de los chicos en edad de ir al secundario, la tasa de escolarización disminuye al 95,3 %, de acuerdo a las cifras oficiales correspondientes al 2022.
Lograr la escolaridad plena, señala Cristiani, es uno de los objetivos de la gestión. Para esto, en 2020 se confeccionaron los primeros listados nominalizados de aquellos alumnos que habían terminado la primaria y no estaban anotados en el nivel siguiente.
Se prepararon 365 carpetas, una por cada municipio y comuna de la provincia, con las direcciones y teléfonos de las familias de los adolescentes y se empezó a trabajar en conjunto con las autoridades locales a través de distintos programas para volver a acercarlos a la escuela.
Además, se cambió la normativa institucional para que la responsabilidad de las escuelas primarias no se acote a entregar los certificados de finalización del ciclo, sino que impulsen la inscripción de sus alumnos en el siguiente y que las familias informen en cuál establecimiento anotaron a sus hijos.
Cristiani destaca que estos dispositivos de acompañamiento dieron resultado. “Actualmente tenemos 144 municipios y comunas donde todos los alumnos están inscriptos en el nivel que corresponde y hay otras 50 localidades más donde apenas encontramos entre uno y tres estudiantes que no están anotados en la escuela”, señala.
El mayor desafío está presente en los contextos rurales y los sectores más vulnerables de los grandes centros urbanos. “Por eso tenemos que concientizar a los gobiernos locales, porque también son corresponsables de esta situación, ya que los obstáculos a superar son muchos y van desde cuestiones económicas hasta de transporte”, describe. Muchas veces, dice, aunque los chicos tienen el boleto educativo gratuito, las líneas de colectivos no tienen buena frecuencia o directamente no entran a los barrios.
La funcionaria destaca que la decisión de dejar la escuela no es de los adolescentes. “Cuando salimos a buscarlos encontramos muchos factores: cuestiones económicas, falta de acompañamiento de los adultos, situaciones de vulneración de derechos, problemas de consumo, falta de capital cultural de las familias”, enumera. Cada caso, un mundo.
El operativo está a cargo de personal de los ministerios de Educación y Desarrollo Social de la provincia y agentes del municipio. El objetivo del relevamiento es conocer la realidad de cada adolescente y, sobre todo, allanar el camino para que lleguen a la escuela.
Con el objetivo de que todos los edificios escolares estén en condiciones de alojar a los alumnos a partir del primer día de marzo, fecha prevista para el inicio del próximo ciclo escolar, durante enero y febrero la provincia invertirá 423 millones de pesos en el fondo de asistencia a necesidades inmediatas.
De este total, 114 millones de pesos se giraron a la Regional VI y ya están disponibles para cubrir las necesidades de las escuelas. El año pasado estas partidas permitieron llevar a cabo unas 19 mil obras de mejoras, que van desde la compra de elementos de calefacción hasta el recambio de techos.
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