El presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, dijo este jueves que el desafío que enfrenta el Gobierno es “bajar el déficit fiscal (aún) con (el actual) récord de gasto público” y advirtió que “hay un conjunto de gastos inflexibles a la baja, muy complicado”, aunque estimó que el año próximo “hay chance de reactivación con menos inflación que en 2016”.
“El desafío no es sólo que hay que bajar el déficit fiscal, es que hay que bajarlo con récord de gasto público. Hay un conjunto de gastos inflexibles a la baja, muy complicado”, dijo Melconian en el marco de la reunión anual de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), en un hotel porteño.
El economista hizo un repaso de la situación económica tras los primeros nueve meses de gestión de Mauricio Macri y proyectó los desafíos para el próximo período.
Dijo que la toma de deuda pública “ayuda siempre y cuando digamos que estamos financiando la transición” y recordó que “la única experiencia pública de endeudarse en dólares para financiar gasto primario en Argentina fue a finales de los (años) ’70”.
Acerca de la inflación, Melconian señaló que “es más difícil bajarla gradual y consistentemente cuando convive con déficit fiscal alto”.
Además, afirmó que “es más fácil bajar la tasa de inflación de 1000% a 30%, que de 30% al dígito” y proyectó que “en 2017 hay chance de reactivación con menos inflación que 2016. El año 2017 debería ser la consolidación del presidente (Mauricio) Macri y del proyecto”, consideró.
“Tengo mucha esperanza porque, cada vez que voy al exterior, es muy reconocido en el mundo el giro que ha pegado el presidente. Eso deja mucho catch up (espacio de captura) para la inversión”, aseguró.
Dijo que la llegada de inversiones “tarda, y es verdad. Cuando vos querés hacer llegar la inversión a un número razonable para el crecimiento sostenible, esto lleva al sendero del gradualismo, es el catch up posible”.
Melconian dijo que “la obra pública no debe ser el elemento para reactivar el trabajo. La obra pública es para mejorar competitividad pero el motor de la economía es la inversión privada. La obra pública debe ser planificada en torno a un objetivo competitivo, no porque pongo la plata ahí, y entonces hay plata, y la gente gasta”.
“Desde hace décadas, la Argentina no tiene una tasa de desempleo genuina baja. O sea, alta tasa de actividad, alta tasa de empleo privado, desempleo en un dígito bajo”, señaló y dijo que durante el Gobierno anterior el nivel de empleo se sostuvo “con 1 millón de puestos de empleo público”
Por otra parte, valoró que “estamos frente a una experiencia de cambio flotante y es bueno, así, cuando los precios tengan que subir o bajar, lo hará uno y no 400”, al tiempo que observó que “el tipo de cambio libre y además competitivo no puede estar basado en dolarización de portafolio. Un país que no tiene moneda y que la gente ahorra en dólares, y eso banca el mercado cambiario no es negocio”.
Se refirió además a la oferta de crédito y dijo que “si hablamos de tener una economía con crédito, acá tenemos un problema. Desde Banco Nación somos conscientes de que, con el banco, estamos tirando la primera piedra con el crédito hipotecario y para pymes, pero después, cómo se desarrolle la oferta, depende de cómo continúe la macro economía”.
Dijo que Argentina se caracterizó en los últimos años por una secuencia de “recesiones fuertes y reactivaciones fugaces” por cual observó cuán complicado es “proyectar en el país, porque uno no sabe si se prepara para el 8% o para el -4%” de nivel de actividad económica.
Por eso, otro desafío es “eludir el serrucho del nivel de actividad” y observó que no haber comenzado la gestión con una caída del Producto Bruto Interno (PBI) es algo “bueno, pero malo culturalmente”.
“No da -15% el PBI. Esto es bueno, pero es malo culturalmente porque le tenés que explicar a la gente que nos dejaron esto, esto y esto”, argumentó.
En otra crítica a la gestión anterior, dijo que “en la década pasada se perdió la oportunidad” de generar crecimiento sostenible porque “se dilapidaron la plata”.
Por último, se refirió a la cifra de pobreza que se dio a conocer ayer (32,2%) y aseguró que “tenemos 10 puntos por delante para bajar la pobreza sólo por estabilidad. La baja de la tasa de inflación y estabilidad favorece al pobre y puede reducir la pobreza por lo menos 10 puntos”.
“En el camino a pobreza cero, primero hay que actuar rápido sobre la pobreza macro y después ir a fondo contra la pobreza estructural”, concluyó.