Los aumentos en las tarifas del servicio energético pusieron en evidencia las diferencias tarifarias entre Buenos Aires y las provincias.
Por citar un ejemplo, Santa Fe paga más del doble que el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). ¿A qué se debe esto?
El costo de la tarifa eléctrica en Argentina se conforma por cuatro componentes: la generación (el precio al que las empresas distribuidoras compran la energía en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y que aumentó ahora), el transporte (que tiene un valor casi simbólico de 0,007 pesos kWh, según un informe de la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec), la distribución (o VAD -Valor Agregado de Distribución-) y los impuestos.
El Gobierno Nacional subsidia la generación. Por eso, el incremento anunciado tiene como objetivo reducir los subsidios que el Estado destina al sector. Hasta el momento, todas las provincias pagan el mismo importe por este ítem. En el caso del transporte, los costos varían, ya que se abona por kilómetros recorridos. El costo de la distribución es lo que cambia de manera significativa entre jurisdicciones, ya que el VAD es determinado por cada autoridad provincial, como ocurre con los impuestos locales. Este componente de la tarifa es lo que genera las diferencias que existen en el país en la actualidad.
De esta manera, mientras que un porteño paga aproximadamente 37 pesos por factura bimestral de 500 kWh, un bonaerense abona 165 pesos y un santafesino 250 pesos por el mismo servicio. Río Negro registra la tasa más alta en el cobro de luz, alcanzando los 276 pesos al bimestre. Los datos se desprenden de un estudio de Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec), en base al cuadro tarifario del Ministerio de Energía y Minería de la Nación de noviembre 2015.
Otro ejemplo que ilustra la diferencia: Mientras que un porteño paga 12 pesos al mes, un rosarino abona casi 130 pesos.
