Rosario Central empató con Colón en el Gigante de Arroyito

Rosario Central empató con Colón en el Gigante de Arroyito

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El chaqueño Herrera

Luego de ganar el clásico en la Copa Argentina, los dirigidos por Edgardo Bauza rescataron un punto frente a los santafesinos, que comenzaron ganando por el gol de Javier Correa. En el segundo tiempo, Germán Herrera logró la igualdad para el dueño de casa.

Con dos tiempos bien diferenciados en lo que se refiere a su dominador, Rosario Central y Colón de Santa Fe finalmente igualaron en un gol, al cabo de un intenso encuentro disputado en Arroyito, en el marco de la undécima jornada de la Superliga.

Javier Correa, a los 29 minutos de la primera etapa, inauguró el marcador para el conjunto “Sabalero”, en tanto, Germán Herrera, a los 17 del complemento, niveló las acciones para el “Canalla”.

La paridad final premia y castiga en iguales proporciones a dos equipos con muchas fluctuaciones en sus respectivos rendimientos.

Un multitudinario y festivo recibimiento de su parcialidad luego la victoria en el clásico no halló correlato en el discreto primer tiempo del local.

Pese a contar con el ánimo retemplado por dicha circunstancia, el equipo que conduce Edgardo Bauza no dio la talla en los primeros cuarenta y cinco minutos ante un “Sabalero” que se mostró mucho mejor parado en dicho lapso.

La extrema peligrosidad de Javier Correa se constituyó en un enigma indescifrable para la no demasiado confiable zaga del dueño de casa. Tal coyuntura quedó debidamente expuesta con la apertura del marcador tras una presión de Franco Zuculini a Alfonso Parot que derivó el balón en el citado exdelantero de Godoy Cruz, quien tras un gran control definió con un remate alto ante un Ledesma que se había encomendado antes de tiempo a la providencia.

Hasta el cierre del período el “Negro” se mostró más atildado en contraposición a un Rosario Central flaco en ideas y carente de volumen de juego.

Seguramente a partir de un sonoro reto de su experimentado entrenador en los vestuarios, el anfitrión se mostró con mucha más enjundia a partir del inicio de la segunda etapa, actitud absolutamente contrapuesta a la abulia que dejó al desnudo en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Con Herrera como emblema de la levantada, sumado a la notoria mejoría del algo rollizo Néstor Ortigoza, Rosario Central comenzó a arrinconar a un rival que dejó en los camarines la osadía y el buen trato de balón que lo hizo colocar merecidamente en ventaja. Los cambios implementados por el “Patón” le dieron otro ímpetu a su equipo, reflejando de manera fehaciente el propósito de llegar cuanto antes el empate.

Un cabezazo del veterano delantero aludido que resultó manoteado por Leonardo Burián y que luego rebotó en el palo derecho, a los 8 minutos, no fue más que el preanuncio de una igualdad que se caía por su propio peso.

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