En la última década, Rosario ha avanzado en políticas de gestión de residuos con inversiones que apuntan a mejorar los servicios, dar más oportunidades de separación y generando infraestructura para que cada vez más se puedan tratar en forma diferenciada.
Actualmente, más de un tercio de la población separa sus reciclables a través de los servicios de separación, que abarcan a toda la ciudad, mientras que la Planta de Tratamiento y Compostaje funciona en la totalidad de su capacidad y ya comenzó la construcción de una nueva planta, exclusivamente para los reciclables.
“La decisión política de tratar la totalidad de los residuos ha llevado a la ciudad a seguir en el camino de la separación en origen, el tratamiento diferenciado y la concientización a la población sobre la importancia de realizarlo. Por eso continúan las inversiones tanto en materia de servicios como de infraestructura para su tratamiento”, explicó la subsecretaria de Ambiente municipal, Cecilia Álvarez.
“Luego de la puesta en marcha de la Planta de Tratamiento y Compostaje inaugurada en 2013 en el predio de Bella Vista, que hoy trata 150 toneladas de residuos todos los días, se puso en marcha la construcción de la Planta de Materiales Reciclables, que trabajará con entre 5 y 10 toneladas por hora de este tipo de residuos, dándole trabajo también a 40 personas provenientes del sector informal”, agregó.
En tanto, las oportunidades para separar en origen están garantizadas en toda la ciudad, con servicios disponibles en toda la trama urbana para continuar en este sentido. Así, ya más de un tercio de los rosarinos utiliza las diversas formas de separación: contenedores naranja en vía pública, centros de recepción y el servicio de recolección puerta a puerta. En 2017 se duplicó (con respecto al año anterior) la cantidad de material recolectado en los contenedores, mientras que se incrementó en un 40% aquellos recogidos en los 800 centros de recepción.
Álvarez destacó “el gran avance logrado en los últimos años, con números que muestran que rosarinos y rosarinas adoptan un cambio que va en beneficio de la ciudad”. En ese sentido, amplió: “Hemos tenido que duplicar la frecuencia de recolección en los contenedores naranja, y vamos también a ampliar las zonas de los mismos ante la demanda de vecinos y vecinas”.
En la misma sintonía, iniciativas como Canjeamos por Naturaleza han tenido un impacto muy positivo para la recolección de estos residuos. A lo largo del año pasado, más de once mil vecinos participaron de estos, aportando más de 68 toneladas de reciclables y duplicando lo hecho un año antes.
Barrios Verdes, una experiencia única que crece
Ocho barrios de la ciudad ya adoptaron una modalidad de recolección totalmente innovadora a nivel nacional. El proyecto implica un servicio de recolección diferenciada y alterna en origen donde los residuos se separan en tres fracciones: orgánicos, reciclables y restos, valorizando tanto los reciclables como orgánicos.
Ya más de 2000 hogares se adhirieron a este servicio de separación en los barrios: Aldea, Fisherton, Fisherton Residencial, Hostal del Sol Este, Hostal del Sol Oeste, Lomas de Alberdi, Parquefield y San Eduardo.
La modalidad de recolección está basada en un cronograma fijo de días y horarios para cada tipo de residuo, ordenando de esta manera su destino. La frecuencia del servicio no se ve alterada, aunque cambia la fracción que se debe disponer cada día.
“Continuamos trabajando para replicar esta modalidad en más barrios de la ciudad”, destacó Álvarez, quien continuó diciendo: “Tuvimos que realizar un proceso de implementación informando y sensibilizando a la población, yendo casa por casa y hablando con cada vecino sobre las características y los beneficios del nuevo servicio en su barrio. Además, fiscalizamos el proceso para que se disponga en forma correcta e incentivando a los vecinos que lo implementan correctamente”.
Convertir residuos en energía, el próximo paso
Tras la concreción de la nueva Planta de Reciclables, ya está comenzando a gestarse un nuevo proyecto: la Planta de Biodigestión Seca. Con la puesta en marcha de este proyecto la búsqueda es transformar los residuos en energía, dándole así un valor agregado a los mismos, generando energía suficiente para abastecer el equivalente de 2000 hogares y valorizando materiales recuperables en el mismo proceso.
“Rosario es una ciudad que busca continuar en su camino hacia el tratamiento de la totalidad de los residuos. Entendemos que es el camino correcto: minimizar, reciclar y reutilizar, lográndose esto con el trabajo conjunto entre el estado y cada uno de los vecinos de la ciudad. No queremos, como hacen otras ciudades, apostar a prácticas antiguas como la incineración, sino que buscamos trabajar con inclusión y poniendo en valor cada fracción de residuo”, cerró diciendo Álvarez.