En el 2021, en las elecciones legislativas, con apoyo de Horacio Larreta, Juntos por el Cambio logró una holgada victoria en nuestro país, convirtiéndose en la principal fuerza opositora en ese momento. Milei solamente asomaba como una nueva propuesta, comenzaba una guerra dentro del oficialismo entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández, con constantes pases de facturas en diferentes actos. Lo mismo empezó a ocurrir en JXC, las ansias de poder se apoderaron de la coalición y comenzaron a verse disputas internas entre Macri y Larreta, Larreta y Bullrich. Mientras tanto la población observaba atentamente lo que estaba pasando, la crisis económica crecía, la inflación acotaba el bolsillo de los ciudadanos y la política seguía sin dar respuestas.
El 1 de septiembre del 2022 se tocó fondo, el odio fue el principal protagonista de la política argentina, intentaron matar a la principal referente del peronismo. Cristina Fernández bajó de su auto cuando volvía del Senado y un personaje lleno de odio y rencor, intentó asesinarla gatillándole en la cabeza. La democracia argentina por primera vez en 40 años vivía un suceso de violencia que fue noticia a nivel mundial. ¿Que hubiera pasado si la bala salía? Nunca lo sabremos, pero milagrosamente eso no ocurrió. En ese momento creímos que la política iba a reaccionar y poner paños fríos a la situación, que se iba a llegar a un consenso a nivel nacional para terminar con la violencia que se estaba engendrando en la sociedad, pero esto no paso. Parte de la oposición no reconoció el intento de magnicidio hacia la vicepresidenta, hasta dijeron que fue todo armado, una verdadera locura. La violencia entre las dos fuerzas políticas, los idas y vueltas siguieron su curso. La justicia dejó y deja mucho por desear, al no investigar a fondo como fue ese intento de asesinato y si realmente había una pata política con relación a lo sucedido.
La población observaba todo lo ocurrido, a eso se le sumó el descontento, hace 7 años y casi 9 meses que no se les resuelven los problemas cotidianos, la inflación les come los bolsillos, además cada día es más difícil vivir en este país acechado por una gran inseguridad. La gente pegó un grito al cielo en las últimas pasos nacionales. La política argentina por culpa de su inacción, le daba lugar a un ser oscuro , como lo es Javier Milei. Con propuestas incoherentes, imposibles de llevar adelante y con discursos de odio logró ser el más votado. El 30 % del electorado eligió a un personaje que parece haber salido de una serie de ciencia ficción y tiene un discurso mesiánico, que “casualmente” es muy parecido al que utilizó Nayib Bukele para llegar a ser gobierno en el Salvador. Milei llegó al punto de compararse con Moisés, algo totalmente irracional, pero que ante una sociedad desgastada por la falta de gestiones que le solucionen los problemas, compró la forma de expresarse de este nuevo personaje. Hoy la política argentina está en la mayor encrucijada de su historia en los últimos 40 años de democracia.
Patricia Bullrich no sabe cómo acomodar su discurso para poder mantener los votos moderados de Larreta y a la vez tener un raciocinio acorde para mantener sus votantes duros, que no se filtren y se vayan a Milei. Juntos por el Cambio sin ninguna duda fue la fuerza que más perdió en las últimas elecciones, en el 2021 se peleaban por ver quien se ponía la banda presidencial este año, tenían acciones amigables con Milei y en varias ocasiones dejaron mucho que desear en la Cámara de Diputados y en el Senado, evitando votar proyectos de ley que tenían como destino, solucionar algunos problemas diarios de la población. Ellos mismos hicieron crecer a Milei, en los medios de comunicación que habitualmente utilizan para confrontar contra el gobierno. JXC fue la fuerza que en el escenario tercios tuvo la peor elección si se analiza el crecimiento de Milei. Bullrich hoy esta sola, hasta Mauricio Macri coquetea y se mensajea con Milei, parece estar jugando a dos puntas y eso debilita la coalición. El tiro a Juntos les salió por la culata. Es muy difícil que logren entrar al ballotage.
Javier Milei, ese ser antipolítico, con discurso de odio con la idea de la motosierra en los ministerios, en las últimas semanas, empezó a moderar su forma de expresarse. Sus asesores, los mismos que supo tener Carlos Menem, le aconsejaron bajar el tono para poder llegar a recoger más votos que en las pasos. Por ejemplo, ya no habla de una dolarización inmediata, evita tocar temas, como la venta de bebes, ya no dice que va a sacar los planes sociales y dejo de lado el relato de la venta de órganos. Parece que se le hicieron tragar una tableta de Ribotril y lo mandaron a hacer notas en búsqueda de los votos indecisos y de los ciudadanos que no se presentaron a votar en el ultimo escrutinio. Ya no es tan duro como era antes. Para ponerle el moño a la situación, ahora blanquea su relación con Fátima Flores, un romance que suena a ser muy armado, después de que el haya dicho en reiteradas ocasiones que la primera dama si ganara las elecciones sería su hermana. El mesiánico cometió un grave error esta semana, al nombrar a Mauricio Macri como futuro representante de su gobierno, demostrando que la casta también está en la Libertad Avanza. Mauricio Macri y Alberto Fernández, son un collar de melón para cualquier candidato.
Por otro el otro lado, Sergio Massa esta semana logró sellar el acuerdo con el Fondo Monetario, pero la población sigue teniendo los problemas diarios y el gobierno es totalmente responsable de no haberlos solucionados. Anunció que realizara medidas de ayuda económica que los ciudadanos esperan con ansias, pero se deberían haber tomado antes. Los intentos de robos organizados a supermercados hicieron temblar al oficialismo. Gabriela Cerutti, vocera oficial del gobierno, cometió un error forzado y culpó directamente a Milei por los supuestos saqueos, cuando ya habían sido controlados por la policía, esto le cayó muy mal al candidato oficial. El ministro economía tuvo grandes reflejos y anunció que a los y las ladronas que quisieron o hurtaron más de 150 negocios y fueron detenidos, se les van a quitar los planes sociales, además anunció una ayuda económica para los comerciantes. No se puede negar que los y las argentinas la están pasando mal por la inflación, a pesar de que el índice de desempleo es muy bajo, un 43% de la poblacion esta bajo los indices de pobreza, la plata no les alcanza para vivir, la alzas en los precios golpea duro en los y las ciudadanas argentinas. Metiéndonos en el plano electoral, históricamente los oficialismos siempre fueron más propensos a entrar al escenario de ballotage, cuando se trata de elecciones de tercios. La única salida del gobierno para mantenerse en el poder es polarizando al máximo las elecciones, haciendo a un costado a Bullrich y enfrentándose a Javier Milei en un ballotage. Estaríamos en una situación muy parecida a la ocurrida en Brasil, con Lula y Bolsonaro. Pero Massa no es Lula y ninguna elección es igual a otra. Al Ministro de Economía le quedan un poco menos de dos meses para solucionarle algunos de los problemas que acechan a la sociedad y crear más de consenso en ese electorado, que el Partido Justicialista perdió en las pasos y supo apoyarlo en el 2019 cuando los candidatos eran Alberto y Cristina, que hoy en día brillan por su ausencia ambos.
El final está abierto, va a haber ballotage, seguramente va a ser entre Javier Milei y Sergio Massa, la población podrá elegir entre dos formas de gobierno muy distintas. Si se achica el estado al máximo y sufre sus consecuencias o eligen un plan político a largo plazo para solucionar sus inconvenientes. Sea cual sea el resultado igual el recorte va a estar, por la deuda que dejó Macri con el Fondo. Los ajustes siempre los termina pagando el pueblo. Queda en la decisión de la sociedad que modelo va a gobernar a partir del 10 de diciembre. Pero de algo estoy totalmente seguro, que los problemas de la cotidianidad, se resuelven con más política, no con menos. El electorado decidirá su futuro, o se suelta la guillotina en la cabeza o piensa en una nueva Argentina donde tenga posibilidad de vivir mejor.
Román Ruiz es Consultor Político – Comunicación Gubernamental y de Campaña – Socio de @asacop_arg – Ceo de @pensarconsultora