Luego de permanecer tres días internado en grave estado, el diputado nacional Héctor Olivares murió este domingo en el Hospital Ramos Mejía, donde había sido intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades después del ataque que sufrió el último jueves y en el que falleció su amigo y asesor, Miguel Yadón.
La familia se encuentra en el segundo piso del centro de salud, hasta donde llegó el senador radical Julio Martínez. El velatorio será mañana, lunes, en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso, a partir de las 10.
Olivares, diputado de la UCR por La Rioja, fue baleado en la esquina del Congreso sobre avenida de Mayo. El dirigente había recibido un disparo en la zona abdominal. En el momento del ataque, se encontraban realizando su rutina diaria de actividad física en la Plaza de los Dos Congresos, antes de dirigirse al Parlamento.
En la madrugada del sábado el legislador había sufrido “una falla multiorgánica”, lo que empeoró su estado de salud y agravó el cuadro. El subdirector del hospital Ramos Mejía, Pablo Rossini, había adelantado en las últimas horas que Olivares corría “riesgo de vida” y que había que ser “muy cautos” debido a la gravedad.
El diputado había sido intervenido en dos oportunidades y tenía comprometidas las funciones del páncreas, hígado y colon, órganos que habían sido afectados por el disparo que recibió. La lesión le generó pérdida de sangre, una falla renal y complicaciones respiratorias. Según informó el Ministerio de Salud porteño, Olivares falleció a las 19.25.
Ayer, el juez de instrucción Mariano Iturralde pidió a Uruguay la extradición de Juan José Navarro Cádiz, detenido ayer en ese país como el principal sospechoso de ser quien atentó contra Olivares y Yadón. Fuentes judiciales confirmaron a Infobae que el magistrado firmó el exhorto para que Cancillería haga el trámite con la justicia de Uruguay para que Navarro Cádiz sea remitido al país para ser indagado.