Las elecciones venezolanas de este domingo levantaron la temperatura en un país convulsionado y en crisis. Y como si le faltara algún condimento al cierre de campaña de Nicolás Maduro, quien busca la reelección, se produjo la presencia estelar de Diego Maradona.
Tras haber firmado un contrato multimillonario para presidir un club de fútbol de Bielorrusia, Maradona viajó a Caracas para acompañar a Maduro. Por eso, se subió al escenario, hizo flamear la bandera venezolana y hasta bailó al ritmo de la música, mientras un grupo musical entonaba ritmos caribeños.
Como no podía ser de otra manera, se adueñó del centro de la escena y se convirtió en la principal atracción del acto, desatando la euforia de la multitud. Desde que Hugo Chávez presidía Venezuela, Maradona se mostró afín a su gobierno y, tiempo después, hasta se definió como un “soldado” de Maduro para “pelear contra el imperialismo” y tener “una Venezuela libre”.
El discurso final
Después de la fiesta de Diego, llegó el turno del discurso del presidente, quien convocó “a la paz” y “al diálogo nacional” para lograr “un acuerdo de recuperación económica, de crecimiento, de protección de la economía nacional”. Para eso, dijo, “hay que aprender a oír, hablar con respeto”, por lo que pretende convertirse “en el gran oído de la patria y escuchar las ideas, el clamor, las propuestas de un pueblo que sabe lo que hay que hacer para acabar con las mafias económicas”.