La Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez, a través de la Secretaría de Salud y Medio Ambiente y la Subsecretaría de Control y Convivencia, clausuró una empresa que trabajaba clandestinamente como taller de galvanizado en calle Edison al 1.200. La misma no contaba con habilitación municipal, ni con elementos de seguridad al mismo tiempo que producía emanación de gases tóxicos.
El subsecretario, Raúl Domínguez, detalló que la compañía se dedicaba a la fábrica de contactores con moldeo de arena y en el galpón funcionaba un taller de galvanizado. “Se encontraron cuatro estanques de líquidos, de los cuales dos estaban en ebullición, y hornos que daban muestras de haber estado trabajando con Zinc”, explicó el funcionario, a lo que agregó que “en el ambiente se percibían olores fuertes producidos por ácidos que se utilizaban para la limpieza de hierros para su posterior galvanizado”.
Asimismo, se encontraron tanques de lubricantes sin rotulación, bidones de corrector de PH, arena y bidones de aceite de soja que estaban dispuestos en la precaria estructura del lugar. Además, las instalaciones eléctricas no contaban con las medidas de seguridad correspondientes al igual que sus trabajadores.
“Teníamos conocimiento de que la empresa trabajaba fuera de los horarios normales y luego de quince días de inspeccionarlos en distintos horarios, pudimos coincidir mientras estaban en funciones”, finalizó Domínguez.
El operativo fue llevado adelante por personal de Control Urbano, dependiente de la Subsecretaría de Control y Convivencia Ciudadana, que reactivó su funcionamiento en las calles de la ciudad tras recibir uniformes y equipamiento para desempeñar sus funciones.
