¡El Senado salvó a Cristina! Ficha Limpia a la basura, y el...

¡El Senado salvó a Cristina! Ficha Limpia a la basura, y el kirchnerismo se sale con la suya

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🧐 ¿Estás de acuerdo con que Cristina siga siendo candidata a pesar de sus condenas?

La política argentina da asco. El Senado acaba de rechazar, por 36 votos a 35, el proyecto Ficha Limpia, que pretendía impedir que los condenados en segunda instancia se postulen para cargos electivos nacionales.

El resultado: Cristina Kirchner, la misma que tiene sentencias judiciales en su contra, podrá presentarse en las elecciones de 2025. Una vez más, la Argentina está de rodillas ante el poder kirchnerista.

¿Cómo lo lograron?

Todo comenzó con una promesa que sonaba sensata: impedir que los corruptos, los que ya han sido condenados por la justicia, puedan seguir manejando el país. La idea de la Ficha Limpia era simple: si tenés una condena firme en segunda instancia, no podés ser candidato. Pero claro, el kirchnerismo no iba a dejar que algo tan “democrático” prosperara. Con una jugada calculada, dos senadores de Misiones, Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, se unieron al bloque K y destruyeron cualquier posibilidad de aprobar la ley.

¿Y el resto del Senado? Un circo. ¿Qué hizo el “progresismo” que tanto habla de justicia? Pidieron “diálogo”, pero en la práctica terminaron dándole la mano a los mismos que nos hunden en la corrupción. Esta no fue una derrota solo para el proyecto, fue una derrota para la democracia.

La “proscripción” que nunca existió

El kirchnerismo, como siempre, hizo de las suyas. La jugada maestra fue convertir esta discusión sobre el futuro electoral de Cristina en un relato de persecución y “proscripción”. ¿Proscripción? Por favor. ¿Quién puede tomar en serio un país donde las figuras políticas condenadas son las que más poder tienen? Los mismos que durante años nos mintieron sobre la inflación, la pobreza y la deuda externa, hoy lloran por una ley que no se aprobó.

El negocio de la impunidad

El fracaso de Ficha Limpia no solo es un golpe para la política, sino también un mensaje claro: en la Argentina de hoy, si sos parte del club de los poderosos, podés hacer lo que quieras. Podés robar, podés mentir, podés quebrar la confianza de todo un país, pero lo único que importa es seguir en el poder. Y Cristina, por supuesto, lo sabe mejor que nadie. A ella no le importa la justicia. Lo único que le importa es ganar, y el Senado se la acaba de poner en bandeja de plata.

¿Qué sigue?

Con el rechazo de esta ley, se da carta blanca a la impunidad. Las elecciones de 2025, entonces, se presentan como un terreno abonado para el regreso de la ex presidenta. En un contexto de crisis económica y social, Cristina sigue jugando al póker con las instituciones. Y el resto de los políticos, especialmente aquellos que se dicen “democráticos”, siguen bailando al ritmo que les marca el kirchnerismo.

La política argentina nunca cambia. Las promesas de justicia y de “cambio” siempre se evaporan cuando los poderosos se sienten amenazados. Y mientras tanto, el pueblo sigue siendo rehén de los mismos personajes, las mismas mentiras y la misma corrupción.

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