En un edificio de la calle Rioja al 400 de la ciudad de Neuquén, donde el consorcio decidió envenenar a las mascotas de los vecinos. “Los animales no son prioridad, las personas si.
Cansados de ya que sus mascotas orinen y defequen en los pasillos, salidas de ascensores, cocheras, y de que sus dueños no se hagan cargo de los mismos y que lo hacen adrede, sabiendo que molestan a los demás vecinos, hemos tenido la iniciativa de volcar un producto que afecte a sus mascotas.
Por lo mismo no nos haremos cargo de sus mascotas. Se harán cargo ustedes si les pasa algo. Nosotros no tenemos mascotas que nos afecten o molesten a los demás. Sepamos convivir. La comisión del consorcio”, anuncia el escrito pegado en el edificio.