Ante “numerosas quejas de usuarios que se repiten desde hace meses y que recrudecieron el pasado domingo 26” el concejal de Juntos por el Cambio Carlos Cardozo presentó un pedido ante el Gobierno de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario para que “se ordenen y refuercen los servicios de pasajeros hacia y desde las islas, los que están resentidos por la pronunciada bajante del Río Paraná que ha dejado fuera de servicio algunos embarcaderos y guarderías y por que hubo una injustificada demora por parte del Enapro para poner en marcha el muelle de la Estación Fluvial”.
En uno de los puntos de la petición, Cardozo solicita que “se extremen las medidas de seguridad en el embarcadero provisorio que se ha montado en la Bajada Escauriza, ante la imposibilidad de usar los muelles de la Bajada Catalunya y Costa Alta debido a la bajante, ya que todas las lanchas y taxi lanchas salen desde un lugar con dudosas medidas de prevención. Del mismo modo pedimos se evalúen lugares alternativos para descomprimir ese único lugar de embarque”.
También indica el edil de Juntos por el Cambio que “la tardía habilitación de la Estación Fluvial por parte del Enapro hizo que en el día domingo se produjeran aglomeraciones (muy cuestionables ante el aumento de casos de COVID) en el abordaje de las lanchas de pasajeros desde y hacia la Isla Sabino Corsi (Banquito San Andrés) y quejas por servicios que los turistas consideraron insuficientes. El Gobierno de Santa Fe desperdició dos años y hoy que ha llegado la temporada alta está jugando a la prueba y el error en un servicio que es indispensable para sostener la actividad económica en la isla, que genera enorme cantidad de puestos de trabajo”.
Cardozo también pregunta “si el muelle que se construyó en la isla Sabino Corsi el año pasado a cargo del Enapro está funcionando o si para la llegada de las lanchas al Banquito se está usando otro muelle”.
Finalmente el concejal de JxC señala que “una vez más pedimos que el ETUR se haga cargo del dragado del acceso a la Guardería Centro, que es explotada por la Municipalidad de Rosario, ya que quienes tienen su embarcación allí y pagan sus cuotas no pueden bajarlas debido a la imposibilidad de operar. Varios propietarios nos han señalado que de persistir esta situación se pueden producir daños en las partes mecánicas que quizás le generen demandas y juicios al municipio”.