El ex ministro de Planificación Federal y actual diputado nacional Julio De Vido comenzó a ser juzgado hoy por su responsabilidad en la tragedia ferroviaria de Once y escuchó las acusaciones en su contra por el “deplorable” estado del tren Sarmiento. La primera audiencia duró unas cinco horas, que en su mayor parte estuvieron dedicadas a la lectura de la acusación en contra de De Vido por parte de la fiscalía federal de Ramiro González, por los delitos de estrago culposo y fraude al Estado.
El requerimiento del fiscal incluyó acusaciones sobre la forma de funcionamiento, las “deficiencias” y el estado del ferrocarril Sarmiento, antes del choque del 22 de febrero de 2012 en la estación de trenes de Once, que mató a 51 personas, de las cuales una estaba embarazada.Durante toda la audiencia De Vido estuvo sentado al lado de sus flamantes abogados, Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiras, quienes asumieron su defensa esta semana luego de que al ex funcionario le renunciaron sus letrados, y nunca miró hacia atrás, donde estaban sentados los familiares de las víctimas.
“Pese a las advertencias, no se dio de baja el contrato del Sarmiento”, advirtió el fiscal González en su requerimiento al aludir al “afán de lucro” de la concesionaria TBA, que no realizaba -según la Justicia- las tareas de mantenimiento necesarias por “anteponer sus intereses económicos”. Esto está “en los orígenes de este suceso, con un sistema ferroviario que operaba TBA en una situación límite, por lo cual hechos luctuosos como el aquí ventilado podían ocurrir en cualquier momento”, agregó el fiscal en su acusación.