El concejal de Juntos por el Cambio, Carlos Cardozo, propone retomar una iniciativa de su autoría presentada en 2014, con el objetivo de que ciertos espacios públicos rosarinos cuenten con cercado, y horarios determinados para su apertura y cierre. “Lo reimpulsamos como una medida antivandálica en favor de nuestros parques y plazas, y para conservar obras escultóricas”, afirmó.
En este sentido, Cardozo anticipó que “ante el complejo escenario de inseguridad y vandalismo que vivimos hoy”, insistirá con la idea de un proyecto para que se coloquen cercos perimetrales en resguardo del patrimonio público. “Es una medida en defensa de lo nuestro, lamentablemente, ocho años después poco ha cambiado la realidad en cuanto a este tema, y si cambió, definitivamente fue para peor” expresó el edil.
Y amplió: “Rosario tiene en su geografía arquitectónica elementos que serían difícilmente reemplazables en el caso de que se vandalicen, apuntamos a cuidar esas obras”.
Avanzando en aspectos más concretos, el concejal PRO explicó que la propuesta de cercar los parques tiene un “enfoque prioritario en aquellos lugares donde se encuentren obras artísticas relevantes”. Y ejemplificó: “En la plaza Montenegro, de a poco se están robando las piezas de la obra homenaje a Roberto ‘el Negro’ Fontanarrosa, una a una irán desapareciendo hasta que ya no quede nada”.
En otro orden, con el fin de ampliar argumentos sobre su postura, Cardozo recordó experiencias en el país, y en grandes ciudades del mundo dónde se ha implementado este sistema con resultados exitosos. “Desde el Central Park de Nueva York, hasta distintas plazas en Lima, Barcelona, Londres, o Santiago de Chile, son ejemplos de espacios verdes con horarios de apertura y cierre para evitar ataques que sufrían en las horas de menor o nula concurrencia”, explicó. Y de regreso al orden nacional amplió: “Ciudades de Argentina como Mendoza, Salta, o Buenos Aires, han implementado el sistema de vallado con muy buenos resultados también”.
De regreso al orden local, el edil recordó algunos puntos dónde esta medida se transformó es un hecho, y el resultado fue positivo. “El monumento a Garibaldi, la fuente del centro del Hospital Vilela, la plazoleta de Buenos Aires y Santa Fe, son ejemplos de resultados exitosos con la experiencia; primero porque se logró evitar el vandalismo permanente al que eran sometidos, y segundo porque ayudó a disminuir la inseguridad que sufrían esas zonas, por la que los mismos vecinos habían solicitado una acción concreta”, enfatizó.
Finalmente, Cardozo no fue obtuso en su análisis general, y afirmó: “Desde ya lo ideal sería que no haya vandalismo, pero ante la realidad que nos golpea, es importante que el estado deje de gastar en reparar, y que invierta de una sola vez en proteger”. Y concluyó: “Por si algún malintencionado lo piensa, no buscamos cercenar el espacio público, queremos que los rosarinos disfruten de sus plazas y parques en horarios determinados, pero con sus infraestructuras más cuidadas”.
