Gracias a una inversión directa del Estado santafesino de 190.000 dólares, Aguas Santafesinas adquirió equipamiento de última generación para sumar a sus laboratorios de calidad, calificados entre los más importantes y prestigiosos de la Argentina.
En las quince ciudades donde presta servicios -además de los acueductos provinciales- ASSA completa 160.000 análisis anuales sobre 13.000 muestras.
Así se controla la calidad del agua de la canilla, desde que es extraída en ríos o perforaciones; durante los procesos en plantas potabilizadoras y en la distribución por redes a cada hogar.
También se analizan los líquidos de origen cloacal, efluentes industriales e insumos para el proceso de potabilización.
ASSA posee los laboratorios especializados en control de calidad de aguas y líquidos de origen residual mejor equipados a nivel provincial, y entre los mejores del país, contando con profesionales altamente capacitados y reconocidos a nivel internacional por su conocimiento sobre el tema.
Los flamantes artefactos son un cromatógrafo iónico y un espectrofotómetro de absorción atómica.
Ambos logran alcanzar mayor precisión y menor tiempo de repuesta en los análisis necesarios para determinar la calidad del agua, desde su captación; durante los procesos de potabilización y en las redes.
También hacen posible el control de los líquidos cloacales y de distintos insumos.
CARACTERÍSTICAS
Si bien el laboratorio de la ciudad de Rosario (ubicado en French y Echeverría) ya contaba con equipos de características similares, la incorporación de esta tecnología de última generación permitirá hacer análisis en forma simultánea y automatizada, disminuyendo los tiempos necesarios y reduciendo los costos.
El nuevo cromatógrafo iónico -de origen japonés- viene a reemplazar una versión más antigua del mismo aparato y permite optimizar el tiempo de respuesta en el que se obtienen las determinaciones de las diferentes muestras de agua, al mismo tiempo que posibilita hacerlas de manera simultánea y automática.
El nuevo instrumental realiza los análisis con muestras de sólo 2 mililitros de agua, mientras que con el equipo anterior en algunas determinaciones se utilizaban hasta 250 mililitros de agua.
Por su parte, el espectrofotómetro de absorción atómica es de origen estadounidense y reemplaza a uno anterior que fue puesto en marcha en el año 1996 y es utilizado para detectar en forma automática bajas concentraciones de metales pesados.
Entre las mejoras de este equipamiento se encuentra su gran precisión, y la capacidad de calibrarse automáticamente.
El equipo cuenta con un dispositivo óptico y videocámara que permite observar en pantalla y en tiempo real el procesamiento de las muestras, lo que mejora la calidad de los resultados obtenidos.
Incorpora la tecnología denominada fast sequencial (FS) que permite efectuar en forma simultánea la detección de hasta cuatro metales en una misma muestra.
Los dos equipamientos adquiridos constan de modernas computadoras cuyo software controla al equipo y un sistema de preparación de muestras y muestreadores automáticos para cada una de las diferentes metodologías de análisis.