El primer satélite geoestacionario argentino, de tres toneladas de peso, fue acondicionado en el contenedor que permitirá su traslado hasta ese país, donde será lanzado al espacio a mediados de octubre.
El Arsat-1, que brindará servicios de televisión, acceso a internet y servicios de datos y de telefonía sobre IP a todo el territorio nacional, fue acondicionado en maniobras iniciadas ayer y culminadas hoy en la sede de Invap, en San Carlos de Bariloche.
El satélite, especificado por Arsat y diseñado e integrado por Invap, tiene previsto su traslado por tierra hasta el aeropuerto de Bariloche para el 30 de agosto.
Matías Bianchi, presidente de Arsat destacó “la decisión estratégica de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner de proteger las posiciones orbitales asignadas a la Argentina con satélites nacionales” debido a que esto “le permitió al país convertirse en uno de los muy pocos países capaces de hacerlo”.
“Ya hemos sido reconocidos internacionalmente por eso: el Arsat-1 recibió las mejores tasas de mercado que haya ofrecido el mercado de reaseguros internacional”, resaltó Bianchi al asegurar que la implementación de todo el proyecto satelital “deja un enorme potencial para hacer transferencia de tecnología, sobre todo en la región latinoamericana”.
Un avión Antanov transportará al satélite argentino hasta el aeropuerto de Cayenne, en Guayana Francesa, con una escala previa en Ezeiza para realizar una recarga de combustible.
Una vez que arribe a Cayenne, el satélite será nuevamente transportado por tierra hasta Kourou donde será lanzado al espacio a mediados de octubre.
La función del contenedor es proteger al satélite de posibles vibraciones o impactos que pueda sufrir como consecuencia de las condiciones de transporte y almacenamiento, y regula los valores de temperatura y humedad para proveer un ambiente apto para conservar el satélite.
Para cumplir con estas funciones, el contenedor está compuesto por tres partes: una cubierta para aislar y regular las condiciones en su interior, un soporte suspendido donde se ubica el satélite totalmente integrado y una base que posee un sistema de resortes para aislar las vibraciones durante el transporte.
Una vez que el satélite está ubicado en el interior, la única conexión del contenedor con el exterior se produce a través de un filtro de aire, que nivela los cambios de presión durante el vuelo.
Por otra parte, un equipo de aire acondicionado frío-calor mantiene la temperatura interior en condiciones óptimas para el satélite durante la espera en tierra y los transportes terrestres.