El peso de la plata cada vez se hace más liviano en nuestros bolsillos, y no es porque estemos llenos de monedas. ¡No! La realidad es que la plata no alcanza ni para una empanada. Las consultoras están lanzando señales de alarma: ¡prepárense para un año difícil!
La inflación, esa palabra que nos persigue como un fantasma, sigue haciendo estragos. ¿Se imaginan perder un 7% del salario en un año? Bueno, eso es lo que nos espera en el sector privado formal. Y ojo, que no estamos hablando de cifras cualquiera. ¡Es el mayor golpe en más de dos décadas!
Y mientras la inflación se pasea por las nubes, los precios suben más rápido que los cohetes de la NASA. ¿Qué tal un 300% de aumento en luz y gas? ¡Casi nada! Y no es todo, ¡sigue la lista! Alimentos, bebidas, transporte, todo sube como si estuviéramos en una montaña rusa sin frenos.
¿La consecuencia? ¡El consumo en caída libre! Se estima que este año bajaremos un 10% en nuestras compras. ¡Y eso es mucho! Los supermercados ya lo están sintiendo en sus bolsillos, con una caída del 19% solo en marzo. ¡Hasta los restaurantes están llorando! ¿Qué hacer entonces? Optamos por comprar en comercios más chiquitos, buscamos las ofertas, ¡y hasta nos volvemos expertos en descuentos!
Pero si pensábamos que todo acababa ahí, ¡esperen! Los electrodomésticos, esos que antes eran el sueño de la casa propia, ahora ni figuran en nuestras listas de compras. Una caída del 25% en las ventas para este año. ¡Parece que hasta las heladeras se están mudando de nuestras cocinas!
¿Y cuándo se va a solucionar todo este lío? Bueno, las consultoras dicen que para el 2025 podríamos volver a respirar tranquilos. Pero mientras tanto, ¡aprieten los cinturones y agarren las promociones! Que en esta montaña rusa económica, no queda otra que aguantar el viaje. ¡Suerte para todos!
