Un multitudinario acto central en la Plaza a la Madre y sus alrededores, junto a otros en el resto del país, fue la muestra de un grito que cerca de las seis de la tarde cerró una jornada histórica con la consigna: “Ni una menos”. El slogan bajó desde el escenario montado en pleno centro de la ciudad y se expandió por toda la Argentina.
“Derecho a vivir” decía un cartel blanco con letras naranjas, remeras con las fotos de mujeres víctimas de femicidio y personas de todas las edades, se acercaban en columnas que llegaban desde los distintos barrios de Villa Gobernador Gálvez.