Un joven de 24 años Lamarr Chambers, detenido el pasado 17 de enero por efectivos policiales del condado inglés de Essex está acusado de vender drogas y su nombre está tomando trascendencia a nivel mundial.
El hecho llamativo que causa interés público se en torno a la negativa que tiene el detenido a defecar para no poder facilitar evidencia a las autoridades que sospechan que al momento de su aprehensión tragó dosis de la mercadería que vendía.
Los investigadores necesitan que el joven evacúe esa carga para contar con una prueba de que su cuerpo aloja algún estupefaciente, pero Chambers se niega a ir de cuerpo, informaron medios locales.
El abogado defensor del sospechoso señaló que su cliente asegura que no tiene narcóticos en su organismo y que “se moriría antes que hacer caca”.
Diversos médicos advierten del peligro mortal que corre la vida de Lamarr Chambers si persiste en su idea, así como de la posible absorción de las sustancias que albergaría en su interior.