Un pasajero borracho intentó subir al colectivo de la linea 44 sin pagar, por lo que comenzó una discusión con el chofer. Primero lo hizo perder el control del transporte que se subió a la verdad y se metió en el garaje de una casa en el barrio porteño de Pompeya.
Según los testigos, el hombre habría intentado subirse con muletas alegando su discapacidad para no pagar y el chofer no lo habría permitido. Alcoholizado, inició una discusión en la que tomó el volante del rodado provocando un brusco desvío.
El colectivo se subió a la vereda y se incrustó en una casa de la avenida Amancio Alcorta, a metros de Sáenz y producto del impacto, cuatro personas resultaron heridas y debieron ser trasladados por el SAME a los hospitales Penna y Durand.
“Estaba durmiendo y me despertó un estruendo. Cuando bajé me encontré con un colectivo adentro de la casa, tuvimos que entrar por atrás para sacar a la gata y a un perro, que quedaron en el fondo. Tuve miedo de que la hubieran aplastado”, relató el dueño de la casa.
“Nos habíamos acostado tarde porque había sido el cumpleaños de mi hijo. Antes de despertarnos escuchamos como un montón de platos que se rompían”, concluyó el propietario.
El titular del SAME, Alberto Crescenti, relató que tuvieron que “trasladar al conductor, a dos hombres con politraumatismos y a una mujer con traumatismo de tórax. La trompa del colectivo entró de lleno a la planta baja”.
Según Crescenti: “La más grave es una señora que fue al Durand con traumatismo de tórax, que podría tener algún tipo de fractura en las costillas”.
El transporte cortó la luz ya que arrastró un poste con cables y los vecinos están a la espera de la guardia de auxilio ya que la estructura de la casa podría correr peligro de derrumbe.
Las autoridades informaron que afortunadamente no hubo heridos de gravedad entre los ocupantes de la vivienda luego del violento y sorpresivo impacto.