La estatua del médico y uno de los comandantes de la Revolución cubana de 1959, muerto en Bolivia en 1967, está instalada en el Parque Yrigoyen de Rosario, ciudad natal de Guevara.
“El legado asesino del comunismo y esta figura no merecen homenajes estatales de corte partidario-ideológico financiados con los impuestos de todos los ciudadanos”, dijo la Fundación Bases en el petitorio con el que busca recolectar firmas para la remoción del monumento.
Franco López, director ejecutivo del organismo vinculado a la fundación liberal alemana Naumann, dijo que “hay una cuestión moral que tiene que ver con el legado del Che Guevara, que está puesto como una figura mítica, una versión muy desinformada, ya que tenía una trayectoria asesina, durante y después de la revolución”.
López agregó que el Che Guevara fue “responsable del fusilamiento de muchas personas, que no se hicieron en combate ni bajo ninguna norma de guerra, sino como directas ejecuciones de disidentes políticos”, indicando además que tuvo a cargo “campos de concentración para opositores políticos en Cuba, incluso para los homosexuales, hacia quienes tenia una animosidad muy profunda”.
El directivo dijo además que cuando se acerque la fecha en la que se conmemorará el 50 aniversario de la muerte del Che, el próximo 9 de octubre, la Fundación Bases hará una presentación formal ante el Concejo Municipal de Rosario para sacar al monumento de donde fue emplazado.
Sobre el tema, Télam consultó al medio hermano del Che, Ramiro Guevara, quien se excusó de opinar, asegurando que “me parece que es toda una movida mediática, es evidente que hay una jugada de la cual no quiero ser partícipe”.
El llamado Monumento al Che, instalado en el 2008, es la primera estatua de bronce de Guevara levantada en Argentina, según información de la Municipalidad de Rosario.
Fue erigido durante las conmemoraciones de los 80 años del natalicio del Che y en el acto de inauguración estuvo presente su hija, Aleida Guevara March.
La escultura, de cuatro metros de altura y 1,5 tonelada de peso, es obra del artista plástico argentino Andrés Zerneri, quien utilizó como material el bronce de la fundición de 75.000 llaves de donadas por miles de personas de todo el mundo.
