Después de dos meses, los 65 despedidos de la fábrica de jabones de Villa Gobernador Gálvez aceptaron la propuesta de la empresa.
Pese a los reclamos, las audiencias y las luchas gremiales, los trabajadores cedieron ante la postura radical de las empresas, que privilegiaron las ganancias sobre la oferta de trabajo. Unilever seguirá produciendo con dos líneas menos y traerá jabones desde la sucursal brasileña.
Después de casi un mes y medio de conflicto, los 65 despedidos de Unilever aceptaron las indemnizaciones ofrecidas por la empresa y abandonaron los puestos de trabajo. Unos 30 empleados ya habían aceptado la oferta el mes pasado. El jueves 7 venció el segundo plazo de la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral. El lunes anterior la totalidad de los despedidos había acordado el cobro de las indemnizaciones por el doble del monto que les correspondía. La empresa dijo que no habrá despidos en 2018. Desde que el conflicto se inició, la multinacional sostuvo la decisión en todas las reuniones argumentando que el costo laboral era muy alto. Con los despidos se bajaron dos líneas de producción de los jabones Lux y Dove que ahora traerán desde la planta de Brasil. Unilever es la única fábrica de jabones de la provincia y tiene ocho sedes en todo el país. En 2017 importó 2.010 toneladas de jabón desde la planta carioca, un 341 por ciento más que en 2015.
“Ofrecieron el doble de indemnización. Se terminaron los tiempos y al no haber otra salida los trabajadores aceptaron. Hasta el último día peleamos por la reincorporación y contra los despidos”, contó a El Ciudadano Matías Rodríguez, secretario general del Sindicato de Jaboneros.
Durante las sucesivas audiencias en el Ministerio de Trabajo, donde participaron los ministros de Trabajo Julio Genesini y de Producción, Luis Contigiani, la firma mantuvo la postura y ratificó la necesidad de bajar una de las ocho líneas de producción.
A mediados de noviembre, unos 30 trabajadores ya habían aceptado la importante oferta monetaria de Unilever. Los días pasaban y el acuerdo parecía cada vez más difícil. El 30 de noviembre fue la última audiencia en la cartera laboral y el jueves 7 venció la segunda conciliación obligatoria. Para el lunes de esa semana los cerca de 30 trabajadores que aún no habían firmado la indemnización, aceptaron la propuesta.
“Nos daba bronca pero entendemos a los compañeros. El tema es que no se haga costumbre de la empresa”, agregó Rodríguez. El sindicalista dijo que la firma tomó el compromiso ante la cartera laboral de no continuar con los despidos durante 2018.
FUENTE: EL CIUDADANO Y LA GENTE
LUCIANA MANGÓ