Fue uno de sus grandes secretos para llegar al éxito. Si hay algo que no se le puede cuestionar a Susana Giménez (74) es falta de autenticidad. Es original, claro, por su propios furcios. Errores involuntarios que, con gran carisma, consiguió convertir en su marca registrada. Sus metidas de pata son frecuentes, a veces en temas muy delicados y que contemplan situaciones personales ajenas. De revisar los registros, que por supuesto datan de varias décadas, ya que la conductora tiene su lugar ganado hace un largo rato en la televisión, seguramente se hallarán verdaderos “tesoros” en materia de equivocaciones puntuales, frases delirantes y preguntas insólitas a sus entrevistados. Y ni hablar cuando se involucra en temas netamente políticos, donde adopta una postura y con su sinceridad brutal suele generar encendidas polémicas en su público. Susana es así. Lo saben perfectamente los que año tras año la siguen en la pantalla chica; también su familia, que a veces sufre cuando abre la boca por temas privados; y desde luego sus amigos, que no le dan tanta importancia al tema y la quieren por lo que realmente es.
Entre estos últimos se encuentra Marley (48), uno de sus preferidos en el grupo de afectos más cercano a la diva. El animador es uno de sus incondicionales. Es común verlo asistir a sus cumpleaños celebrados en Punta del Este, visitarla un par de veces al año en sus programas y compartir viajes juntos con la finalidad de tomarse unos días de vacaciones en el exterior o, tal como está ocurriendo en estos días, aprovechar para realizar coberturas informativas en dupla. Desde Rusia, los dos van comunicando cada uno de los desplazamientos que llevan a cabo por el país europeo, recorriendo ciudades y destacando los sitios más curiosos y turísticos de la tierra que actualmente es escenario del Mundial. Bien al estilo de sus programas itinerantes, Marley graba desde allí Por el mundo, el espacio que viene encabezando en compañía de invitados especiales, como en su momento lo fueron Florencia Peña, Carina Zampini y Cris Morena, entre otras caras conocidas. El contenido no varía de eso.
Es bastante pragmático, aunque con la presencia de Susana, Marley se suelta todavía más y le da un mayor protagonismo a la improvisación, aunque a veces el precio que paga es más alto del que podría llegar a imaginar. Si bien prácticamente poco y nada se sabe de su vida sentimental, pues lo único que está confirmado es que es soltero y que recientemente tomó la valiente determinación de alquilar un vientre para poder ser papá, Marley, que lleva a su hijo Mirko por todas partes del mundo, no acostumbra pronunciarse sobre el estado de su corazón en el terreno del amor de pareja. En ese aspecto es muy reservado, nada que ver con su personalidad extrovertida cuando está frente a las cámaras o intercambia mensajes con sus seguidores en las redes sociales, donde, con su sello y buen humor, opina de todo.
Esto hace que en la opinión pública, y también en la prensa especializada en los chimentos de la farándula, se origine una ansiedad especial por saber quién es la persona que lo acompaña, lo contiene y lo ama puertas para adentro. Y si al conductor se lo ve acompañado, automáticamente empiezan las especulaciones, las conjeturas y las elucubraciones acerca de si finalmente se puso o no de novio. En el marco del partido que la Selección argentina disputó contra su similar de Islandia, encuentro que constituyó su presentación oficial en Rusia 2018, la improvisación le jugó una pasada inesperada y los comentarios no tardaron en llegar. Marley fue al estadio escoltado por Lizy Tagliani y Susana, entre otros amigos y allegados. Y mientras más de uno se asombra porque un joven bastante fachero lo sigue a Marley a sol y sombra, y chicanea sin descartar la posibilidad de algo más que una simple compañía, Susana sacó una foto sin avisar y ¡pum! ¿Adivinen quién apareció atrás? Este muchacho, del que no se tienen datos porque, precisamente, Marley considera que no debe exponerlo.
En su círculo íntimo comentan que el animador no le ha dicho a nadie con quiénes viajaba, excepto en los casos de los famosos que fueron especialmente contratados por Telefe para potenciar el producto en el país del vodka. Lo cierto es que este ignoto muchacho va con Marley a todos lados, y al parecer Susana no estaba al tanto del deseo de Marley de evitar que la concurrencia de su amigo al Mundial tomara estado público. Ella tomó la cámara, apuntó, pidió un “whisky” y gatilló. Susana es así. En parte, por ese tipo de furcios se mantiene vigente tras más 40 años de carrera.