Las protestas por los paquetes de servicios son también muy habituales, ya que las operadoras llegan a ofrecer productos que técnicamente no son posibles en algunas zonas.
Las molestias son más grandes para quienes necesitan de la red de redes como herramienta de trabajo.
Una de las reclamaciones más frecuentes que reciben las asociaciones de defensa de los consumidores son las relacionadas con los servicios de telecomunicaciones y, entre ellas, destacan especialmente las de aquellos usuarios que se quejan de que la velocidad por ellos contratada no se ajusta a la real de descarga.
Los motivos que hacen que un usuario no disponga de la velocidad de conexión que realmente contrató son varios y pueden tener que ver desde una saturación de la línea, la distancia de separación con el nodo telefónico o la eficiencia de los protocolos con los que se organiza la red, le reveló un espacialista informático a 12 Noticias.
En todo caso, la dificultad para medir la velocidad real es tanta, que a los operadores les basta con incluir la preposición “hasta” en sus ofertas, ya que de momento, no están obligados por ley a ofrecer un porcentaje mínimo de pérdida.