Christine Lagarde, aseguró que el organismo “no ve gradualismo” en las medidas económicas que lleva adelante el gobierno argentino y consideró que “está atacando el problema con mucha decisión, de manera sustancial y sostenible en el tiempo”.
Lagarde participó junto al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de una conferencia organizado por la Universidad Torcuato Di Tella bajo el título “La Argentina y las perspectivas de la economía global”.
La titular del FMI aseguró que su visita, la primera que realiza al país desde 2007 un directivo del organismo multilalteral de este rango, se enmarca en la reunión de ministros de finanzas y directores de bancos centrales del G20 que se realizará la próxima semana -19 y 20 de marzo- en la Ciudad de Buenos Aires.
En ese marco subrayó que el objetivo de su visita no era “para negociar ningún tipo de programa, ni tampoco para prestar porque Argentina no lo pidió ni tampoco lo necesita”.
Lagarde salió de esta forma al cruce de versiones de prensa surgidas durante las semanas previas respecto a la posibilidad de que la Argentina solicitara un crédito al organismo.
Al ser consultada sobre su visón del plan económico argentino, la titular del FMI afirmó que “no hay gradualismo” sino que “las autoridades están atacando el problema con mucha decisión. No es a medias tintas, es en base a la profundidad de las medidas que se toman, de manera sustancial y sostenible con el transcurso del tiempo”.
El Gobierno “no ataca al déficit fiscal de manera frontal, brutalmente, sino con el transcurso del tiempo contemplando las circunstancias generales que tiene la economía” analizó la directora del FMI, al resaltar que se tome en cuenta “la capacidad de la economía y de la sociedad como para responder a estos pasos decididos para atacar estos problemas a fondo”.
“Los ortodoxos pueden llegar a estar de acuerdo y argumentar que sería mejor cambios más rápido, pero los más pragmáticos entienden que en tanto haya decisión, voluntad y haya un curso definido, ya es un gran logro”, completó su reflexión.
En otro momento de la charla, Lagarde elogió el acuerdo fiscal que la Nación alcanzó con los estados provinciales el año pasado al considerarlo como “algo notable y que impresiona”, al referir que hay muchos países con políticas fiscales robustas pero con muy poco margen de control con las provincias.
Al analizar el contexto económico global la funcionaria afirmó que a pesar de estar atravesando años de crecimiento se observan “riesgos desfavorables en un futuro que hay que atender y el más inminente es un riesgo que se relaciona a un desarrollo positivo”.
“Si la economía de Estados Unidos se desarrolla rápidamente por el estímulo fiscal vamos a ver un ajuste en las políticas monetarias, un aumento en las tasas de interés a un ritmo más rápido al que anticipábamos hace 6 meses y esto va a impactar en los términos financieros que se dan en todo el mundo”, señaló.
En ese contexto, desde el FMI se observa que “el apalancamiento de deuda es alto respecto a la situación previa de la crisis financiera de 2008, por lo que elevar el costo financiero es un riesgo potencial y hay que contrarrestarlo”, dijo Lagarde.
Al referirse a las imposiciones arancelarias que se están registrando en distintos países -como es el caso de EEUU con el acero y el aluminio-, la titular del FMI afirmó que esa situación “genera imprevisibilidad en la estrategia a futuro” y profundizar ese proceso “va a reducir el comercio y no va a ayudar a ningún crecimiento, a asistir a la erradicación de la pobreza ni reducir el costo de vida para los que tienen renta muy baja en países en vías de desarrollo”.
Dujovne, por su parte, consideró que la incidencia de las medidas proteccionistas que se registran en el mundo tendrán “un impacto directo muy limitado para la Argentina” a raíz de lo que consideró “una muy baja integración con el mundo”, pero admitió que el país se podría ver afectado si esas medidas se generalizan y detienen el crecimiento del comercio global.
“Si el proteccionismo escalara en el mundo esa nueva macroeconomía tendría impacto en la Argentina pero partimos de un nivel de integración tan baja que el impacto viene por el crecimiento en el mundo”, agregó el titular del Palacio de Hacienda al explicar que la Argentina necesita abrirse comercialmente e incrementar sus exportaciones para tener una economía sustentable, y cumplir con sus metas propuestas.
Dujovne insistió en que “la única manera de crecer sostenidamente es teniendo más inversión del sector privado y es ineludible atacar el problema fiscal, converger al equilibrio fiscal gradualmente a la vez de desmontar una estructura muy distorsiva de impuesto. Más integración nos va a traer más crecimiento”.
En este aspecto, el ministro resaltó que promover la inversión es para el Gobierno la abse del crecimiento y aseguró que “todo el programa económico está orientado a tener más inversiones y los resultados se están viendo”.
“En 2017 la economía creció 2,8% pero con inversión creciendo un 11%, y esa tendencia se va a acelerar y vemos que para este año podrá subir al 15% exclusivamente del sector privado y esperamos que en dos años podamos tener una relación del 3% PBI como tienen otros países de la región”, estimó al asegurar que “la reforma tributaria genera enormes incentivos” al respecto.
Finalmente, con una economía mundial que creció 3,7% en 2017 y espera hacerlo al 3,9 este año, Lagarde entendió que “la perspectiva es positiva y es un momento justo para hacer las reformas que se tienen que hacer. Reforzar la productividad, impulsar el cambio de la fuerza laboral y concentrarse en reducir las desigualdades que vemos aumentaron en muchos países”.
“El crecimiento sustentable no se puede dar con desigualdades muy altas” aseveró la directora del organismo multilateral al afirmar que el FMI “cambió su perspectiva respecto del pasado” y en la actualidad “contempla factores no tan importantes en otras épocas como plantear un piso de protección social en sus programas y alentar la participación de las mujeres”.