Una mujer de 50 años harta por no poder entrar su auto, escribió con aerosol “no puedo entrar” con letra clara y grande sobre los vidrios de un vehículo que bloqueaba su garage en el microcentro porteño.
Vecinos aseguraron que la señora atraviesa un difícil momento porque su padre está internado y en varias oportunidadades en las que necesitó ir de emergencia al hospital, no pudo hacerlo porque un auto le obstaculizó la salida.
Denunciaron que es un problema común en la zona y “cada cual hace lo que quiere”, sin respetar los carteles que indica la prohibición de estacionar.
“A veces esperamos horas y horas para poder guardar nuestros autos y hasta llegamos a pagar cocheras porque no podemos quedarnos toda la noche para ver cuándo se va el auto que está estacionado frente a nuestra entrada”, dijo un comerciante de 50 años según publicó Eldía.com.
“Desde la mañana y hasta las cuatro de la tarde, dejan los autos los oficinistas y por la noche, principalmente de jueves a domingo, los que vienen a los bares y restaurantes”, agregó una vecina.
La Municipalidad labra infracciones a los autos mal estacionados y a quienes no pagan el servicio medido pero consideran que sería conveniente que una grúa retire los vehículos en infracción.