Actuaron cuatro ladrones armados y vestidos como choferes que huyeron con el dinero destinado a horas extras y francos. Fue en el playón que la empresa posee en V.G. Gálvez.
A las 9 de la mañana de ayer cuatro hombres se pararon en la puerta del playón que la empresa de colectivos Rosario Bus tiene en la ruta provincial 21, en la zona sur de Villa Gobernador Gálvez y a la altura del ingreso a la planta de Cargill. Los muchachos estaban vestidos como choferes y pasaron desapercibidos. Dos se quedaron en la puerta conversando y los otros dos no llamaron la atención de los guardias de seguridad que están en la garita a la entrada de las instalaciones. Saludaron y caminaron hasta los galpones. Allí, en una oficina administrativa, se encontraban tres empleados administrativos, entre ellos el contador de la firma y un tal Diego que tenían a su disposición unos 600 mil pesos para pagar a los choferes las horas extras y los francos trabajados. Los maleantes los encañonaron con dos pistolas calibre 9 milímetros y luego de maniatarlos se llevaron, en un tiempo que no superó los cinco minutos, todo el dinero en efectivo y un par de celulares.
El robo puede caracterizarse como “profesional”, ya que además de actuar con mucha calma los delincuentes contaban con datos precisos y un estudio previo del lugar y los movimientos de los empleados. Un operario de la empresa había visto minutos antes del robo un vehículo al que consideró extraño estacionado en la banquina, a muy corta distancia del playón donde se guardan los micros amarillos. Sin embargo no avisó a nadie de su corazonada de peligro e ingresó al galpón. Minutos después, y aparentemente de ese auto, bajaron los ladrones e ingresaron al predio de la empresa, un gigantesco terreno de 120 metros de largo por unos 40 de ancho en donde funcionan los talleres y una oficina.
Al entrar al gigantesco playón, los maleantes se dirigieron a las puertas del galpón en el que estaba estacionado un falmante Audi del contador de Rosario Bus, Leandro D. El profesional había llevado hasta el lugar a un encargado de nombre Diego, que estaba en la oficina a punto de pagar a los choferes. Por esa razón tenían esa fuerte suma de dinero en la administración, algo que desde la empresa no mencionaron oficialmente ni en la denuncia policial.
Un chofer de Rosario Bus contó que al entrar al galpón vio “a dos tipos. Uno vestido con una campera gris y una mochila y el otro como si fuera un compañero de laburo. Los saludé y no me respondieron el saludo, por lo que me resultó raro porque acá casi todos nos conocemos. Entré y fui hacia la parte donde están los mecánicos, y mientras charlaba con otro compañero me grita que estaban robando y se pone detrás de una columna. Después me di cuenta que los dos que yo había visto eran los ladrones”, relató.
Según testigos, los dos hombres ingresaron a la oficina de pagos detrás de un empleado de la firma, a quien amenazaban con un arma y le dijeron a los que estaban a punto de comenzar a abonar las extras y los francos que si no abrían las puertas mataban a su compañeros.