La victoria del equipo de Miguel Angel Russo tuvo dos puntos altísimos: los colombianos Edwin Cardona y Sebastián Villa, quienes marcaron los tres primeros goles. El 7-1 despejó dudas y tapó los desajustes defensivos del primer tiempo. Y ahora llega muy entonado al Superclásico del próximo domingo.
Uno de los grandes desafíos de Boca era mejorar la pobre imagen que había dejado en los últimos partidos, tanto el equipo principal como el alternativo con muchos juveniles que jugó ante Claypole por la Copa Argentina. Vélez, puntero de la zona, era una buena medida. Y lo fue.
Arrancó con buen ritmo el partido. Metido Maroni por derecha y Cardona manejando los tiempos. Vélez estuvo cerca del gol alos 4 minutos con un remate de Orellano que salvó Andrada.
Los problemas para el equipo de Mauricio Pellegrino comenzaron cuando se lesionó Guidara, tras ganarle un mano a mano a Villa. La respuesta del ingresado Hernán de la Fuente no fue la esperada. Villa lo superó siempre en velocidad.
Después, hubo una fuerte falta de Capaldo sobre Amor (el miércoles también le entró fuerte a un jugador Carballo de Claypole). Aunque todos pedían roja, Abal solo lo amonestó. Estuvo bien porque el de Boca llegó un poco antes al balón y el impacto no le impidió seguir jugando pero después no se fue lesionado.
Vélez logró imponer enseguida su dinámica. Con Mancuello manejando los hilos, muy activo y veloz Orellano por la banda derecha, las pinceladas de Almada y el constante trabajo de de Lucero. Pero la respuesta de Boca, desde los pies de Cardona, fue muy eficaz. Inteligente el colombiano, siempre recibía la pelota detrás de Galdames, muy flojo también en la marca.
A los 20 minutos, Boca tuvo un tiro libre en la puerta del área, ideal para el colombiano Edwin Cardona. El remate bajo pero no muy potente se metió al lado del palo derecho de Hoyos, quien tuvo una floja respuesta (tampoco lo ayudaron los hombres que estaban en la barrera).
Cuatro minutos después, llegó el empate de Vélez. Centro desde la izquierda de Ortega, la bajó Amor de cabeza y Lucero, casi en la línea, tocó al gol.
Parecía estar mejor Vélez después del gol pero en una contra feroz, Cardona encontró espacios, metió un pase entre líneas para Villa, Hoyos quedó a mitad de camino y el delantero, a los 29 minutos, anotó el 2-1.
La derrota parcial le impidió a Vélez ser más prolijo en la búsqueda del empate. El pibe Thiago Almada empezó a resolver mal y el resto se repetía en imprecisiones.
Los colombianos de Boca seguían marcando diferencia. Cardona se sentía cómodo con más espacios y sus pases eran teledirigidos para aprovechar la velocidad de Villa.
En el arranque de la parte final, Vélez perdió otro hombre en defensa: ingresó Brizuela por Amor. El desarrollo estaba claro. El local buscando el descuento y el equipo de Miguel Russo, replegando, esperando resolver de contra. En esos minutos iniciales, las respuestas de Andrada fueron clave para evitar el empate, en especial un remate de Janson.
Y a los 10 minutos ya había logrado una ventaja decisiva. El colombiano Villa le ganó por enésima vez a De la Fuente por izquierda, se metió en el área y aumentó con un remete cruzado. Iban ocho minutos. Enseguida, un remate de Villa desde afuera del área pegó en el palo y el rebote lo tomó Gonzalo Maroni, que continuó con su racha goleadora.
Todavía faltaban 35 minutos y Boca ya tenía resuelto un partido que en la previa pintaba para prueba de fuego, incluso las dudas sobre la continuidad de Miguel Angel Russo. A los 17 minutos, otro arranque de Villa, combinó con Fabra, centro al área y el Apache Tevez, en su regreso, marcó el quinto.
Sucede a menudo. Boca llegó con dudas y se fue lleno de certezas y goles. Y construyó una goleada histórica en el José Amalfitani, estadio en el que Vélez nunca había recibido 7 goles como local.