Los herreros de la cooperativa Tosco, fabrican los puestos y gazebos que la Municipalidad usará para que otros trabajadores de la economía social exhiban sus productos. El municipio viene acompañando la formalización y consolidación de las ferias.
El galpón de la cooperativa Tosco, Polo Productivo se transformó en el epicentro de distribución del Mercado Santafesino, que la Municipalidad lleva adelante junto a las cooperativas de la economía social. Ubicado en Blas Parera al 9326, desde ahí salen semana a semana los diferentes pedidos de productos frescos que se repartirán puerta a puerta. Pero también, ese tinglado contiene el trabajo cooperativo de hombres y mujeres que viven en barrios del noroeste santafesino.
Tosco Polo Productivo es una fábrica cooperativa del Movimiento Popular La Dignidad. En ese espacio, sólo en la parte de herrería, seis trabajadores levantan las estructuras metálicas de los gazebos en los cuales otros trabajadores sociales de diferentes ferias locales, colocarán sus mercaderías. En este momento, están haciendo 25 estructuras que, principalmente, se destinarán a ferias barriales.
En lugar de comprar a un hipermercado las estructuras para los cientos de feriantes que hay en las ferias, la Municipalidad incentiva el trabajo a unidades productivas locales que realizan trabajo de herrería con el objetivo de continuar haciendo girar la rueda de la economía social. Por eso financió los materiales, para que la cooperativa pueda hacer o reforzar las estructuras de gazebos de todas las ferias de la ciudad, tanto las de alimentos como las artesanales o de reventa. Además, se utilizarán esas estructuras como postas sanitarias en diferentes sectores de la ciudad.
La Municipalidad viene acompañando desde el inicio de la gestión el desarrollo de la economía social, con el fin de recuperar y consolidar la tradición de las ferias que tiene la ciudad. “Durante la pandemia, trabajamos en conjunto para que los productores y feriantes puedan seguir subsistiendo mediante la creación del Mercado Santafesino con venta online. Y, cuando pudimos rehabilitar las ferias, lo hicimos con las medidas de prevención necesarias. Ahora ya estamos pensando en la consolidación de las mismas en un escenario post pandemia, a los fines de formalizarlas y afianzar su trabajo”, dijo el secretario de Integración y Economía Social de la Municipalidad, Mariano Granato. Junto con el intendente Emilio Jatón vienen recorriendo las distintas ferias, como la de agroecología que se realiza todos los miércoles en la plazoleta Emilio Zola.
Dar otro paso
Carlos Abad, integrante del Movimiento Popular La Dignidad y de la fábrica cooperativa Tosco se refirió a la importancia de un Estado presente para apuntalar la economía social. “Para que las unidades productivas puedan dar ese quiebre que se necesita para pasar de un trabajo artesanal a un nivel cada vez más industrializado y, por lo tanto, ocupe mayor mano de obra y los trabajadores estén más calificado, el Estado tiene un rol importantísimo como garante de ese primer empuje que haga posible que las cooperativas puedan llegar a introducirse en el mercado de una manera competitiva para afuera y de forma cooperativa, asociativa, puertas adentro”.
En ese sentido, Abad indicó: “Hacemos un trabajo articulado con la Secretaría de Integración y Economía Social de la Municipalidad. Uno de nuestros grandes objetivos es pasar de manera progresiva a un nivel cada vez mayor de trabajo industrializado, para poner a la economía social en otro nivel de comercialización”. En consonancia, recordó que “esto es una fábrica perteneciente al sector de trabajadores de la economía popular, los que fuimos desplazados del sistema formal de trabajo. Por lo tanto nuestra lucha cotidiana es por conquistar los derechos sociales y laborales de todos los laburantes que trabajan a diario en este sector”.
Trabajadores empoderados
“Ser parte de una cooperativa nos empodera a los trabajadores”, asegura Ramón, uno de los encargados de la herrería, “para nosotros es más que un trabajo, es una fuerza, una lucha diaria. Si en una cooperativa no entra trabajo no se genera un sueldo digno”.
En ese sentido, Ramón indica que “actualmente tenemos un convenio con la Municipalidad para reforzar unos gazebos con material metálico y que duren más. Lo que hacemos es mejorar el prototipo que ya está a un menor costo. Le agradecemos al municipio que piense en nosotros, que nos dé una mano para poder ganarnos el pan y sustentar a nuestra familia. Nosotros aspiramos a ser una fábrica. El trabajo que hacemos es muy artesanal. Recién nos estamos equipando, la plata que vamos ganando la volcamos en la compra de herramientas para poder mejorar”.
Por su parte, Gonzalo Lezcano, otro de los responsables de la herrería añade que “en total, la cooperativa de trabajo nuclea a 50 trabajadores. En la parte de herrería en este momento somos 6 compañeros. Pero además tenemos cuadrillas de recolección de residuos, hacemos bloques de hormigón, adoquines intertrabados, de todo un poco, esto es como una gran familia”, concluye Gonzalo.