El delantero Mauro Matos, quien actualmente se desempeña en Barracas Central (equipo que milita en la Primera Nacional), fue condenado este martes a dos años de prisión condicional por la muerte de un motociclista, ocurrida en un accidente vial en 2016 en Rosario. Así lo consideró el juez de Primera Instancia, Rafael Coria, durante el juicio que se realizó en el Centro de Justicia Penal de Rosario. Además de los dos años de prisión condicional, Matos, de 37 años, recibió 5 años de inhabilitación para conducir por el delito de “homicidio culposo agravado por la conducción de vehículo automotor”.
El juez también fijó reglas de conducta que Matos deberá cumplir, dado que está obligado a fijar un domicilio, someterse a control post penitenciario y realizar un curso de educación y concientización vial. El hecho por el cual el punta fue acusado de homicidio se registró el pasado 8 de agosto de 2016, cuando el futbolista estaba detenido en su Toyota Hilux en la banquina derecha de la avenida Jorge Newberry al 7700 de Rosario, y giró hacia la izquierda para dirigirse a la calle Los Alerces.
Al realizar esa maniobra atropelló a un motociclista identificado como Federico Iván Burgos, quien falleció como consecuencia del golpe cuando circulaba por Jorge Newbery, en una moto Honda CBX 250, sin portar el casco de protección.
Cuando se registró el accidente, el atacante nacido en Castelli, provincia de Buenos Aires, jugaba en Newell s Old Boys, y en ese momento la fiscalía le impidió salir del país. El fiscal Walter Jurado, de la Unidad de Homicidio Culposos de Rosario, había pedido tres años de prisión efectiva para Matos, y una inhabilitación para conducir por diez años.
Matos comenzó su carrera en Lezama Fútbol Club, de la Liga de Chascomús, donde debutó con apenas 17 años. En 2006 pasó a Justo José de Urquiza y en el Ascenso metropolitano comenzó a ganar prestigio a partir de su jerarquía en el juego aéreo y potencia. Luego pasó por Deportivo Armenio, Arsenal, All Boys, Atlético San Luis de México, hasta llegar a San Lorenzo, donde alcanzó el pico de su rendimiento. Con el Ciclón ganó la Copa Libertadores 2014 (anotó un gol en la final de ida ante Nacional de Paraguay) y la Supercopa Argentina en 2015.
De allí fue transferido a Newell’s, etapa en la que protagonizó el fatídico accidente, y jugó en Gimnasia La Plata, Chacarita, Atlético Tucumán, hasta llegar a su presente en Barracas, donde lleva dos goles en seis encuentros.
