Los esfuerzos de la Argentina por combatir el analfabetismo se focalizan en las poblaciones más desfavorecidas, las personas que tienen más de 50 años y viven en zonas rurales, donde se encuentra la mayoría de los 630.000 iletrados del país, afirmó el ministro Alberto Sileoni, durante una entrevista, a propósito del Día Internacional de la Alfabetización que se celebra el próximo 8 de septiembre en todo el mundo.
El último censo del país arrojó un porcentaje de analfabetismo que ronda el 1.9 por ciento, lo que permite afirmar que “estamos bien, pero no hay que trabajar tanto con el porcentaje sino con el número absoluto que indica que hay todavía una cantidad de argentinos a los que el Estado tiene que tratar de llegar para darles el derecho a la alfabetización”, expresó el titular del Ministerio de Educación de la Nación.
Por este motivo, a pesar de que en términos técnicos y de políticas educativas de los organismos internacionales se considere que un país cuando está por debajo de 2 puntos es ‘libre de analfabetismo’, “no quiero con esto ocultar la realidad de ese 1,9 por ciento”, sostuvo Sileoni.
En este sentido, destacó que en el último tiempo tanto en Argentina como en los países de la región “los derechos educativos tienen un lugar más destacado y las consecuencias se van notando, porque estamos construyendo una sociedad en que ese 1,9 va a ir desapareciendo en el mediano plazo, porque las generaciones que se van incorporando a la vida tienen más derechos educativos”.
Entre los países de la región que se encuentran junto con Argentina con los menores índices de población iletrada están Chile y Uruguay, a los que se suman Bolivia, Venezuela y Nicaragua que en los últimos años fueron declarados ‘libres de analfabetismo’.
En este marco, Sileoni precisó que “en el último tiempo en América y el mundo pero sobre todo en América Latina se ha trabajado mucho, pero todavía queda África, que está un escalón más abajo en materia educativa”.
Al referirse a las tareas necesarias para desterrar el analfabetismo en el país, Sileoni dijo que “hay que trabajar cruzando las distintas variables como las realidades geográficas”, haciendo alusión a las regiones donde los índices son mayores, por lo cual “los trabajos ahora están focalizados en zonas rurales y rurales dispersas, y en poblaciones mayores de 45 o 50 años”.
El ministro añadió que si bien “los lugares donde hay más dificultades es el Norte grande y algunos lugares del conurbano, la buena noticia es que Chaco, que era una de las provincias con más dificultades, es también la que mas ha avanzado en alfabetización”.
“En materia educativa -continuó- las provincias que estaban más relegadas son las que han tenido un avance mas significativo, en este último período, tomando de censo a censo o de 2003 a 2013”.
Rescató la multiplicidad de instrumentos para avanzar en este terreno, desde la escuela primaria hasta los distintos planes, entre los cuales está el plan Encuentro que se implementa desde hace 10 años.
Dijo que son estrategias que convergen, que son necesarias: “La escuela que es más tradicional con ciertos planes más flexibles que van a buscar al alumno donde está, y el plan Encuentro hace eso; y hay otras modalidades, no sólo la educación de adultos sino ‘la educación en contextos de encierro’, donde hubo un avance importante en términos de alfabetización pero más en primaria y secundaria”.
Con respecto a otras iniciativas que implementan organizaciones no gubernamentales, el ministro señaló que desde la cartera educativa “se respetan todas las acciones y el programa ‘Yo, sí puedo’ es un plan cubano de probada eficacia”, pero aclaró que “preferimos oportunamente construir un plan más nuestro, más argentino”.
En este marco, el plan Encuentro convive con ‘Yo, sí puedo’ en algunas provincias “y todo se dirige al mismo objetivo, hacer que bajen sensiblemente esos 630.000 analfabetos”, concluyó.