Apenas dos días después del comienzo del cese de fuego, la tensión volvió a instalarse en el este de Ucrania luego que fuertes explosiones sacudieran anoche las afueras de la estratégica ciudad portuaria del sur, Mariupol, y más tarde las inmediaciones del aeropuerto de Donetsk, el principal bastión rebelde.
En tanto, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) publicó hoy en su página web los 12 puntos del acuerdo firmado el viernes pasado en Minsk, Bielorrusia, que además de un cese de fuego establece la creación de un “estatus especial de autogobierno” para las provincias de Donetsk y Lugansk, el llamado a elecciones inmediatas allí y una amnistía general para todos los involucrados en el conflicto, que provocó más de un millón de desplazados, la gran mayoría refugiados en territorio ruso.
El acuerdo aún sigue en pie y este lunes se realizaría el primer intercambio de prisioneros en Donetsk, sin embargo, la reanudación de los ataques en algunas zonas de esa provincia oriental ucraniana hace peligrar el primer plan de paz que incluyó en la mesa de negociación a representantes del gobierno ucraniano de Petro Poroshenko, los separatistas pro rusos que en abril pasado tomaron el control de los gobiernos provinciales de Donetsk y Lugansk casi sin encontrar resistencia y enviados de Rusia y la OSCE.
Por eso el papa Francisco apoyó hoy el “diálogo iniciado” entre Ucrania y los rebeldes y pidió que éste pueda “continuar y obtener el fruto esperado”.
“Aunque escuché hoy noticias poco reconfortantes espero que (los pasos hacia la tregua) puedan aportar alivio a la población y contribuir a los esfuerzos para una paz duradera”, aseguró el pontífice después del rezo del Ángelus.
La tensión volvió a escalar en Ucrania en plena madrugada cuando los habitantes de Mariupol, la ciudad de medio millón de habitantes que recientemente se convirtió en el epicentro de la última ofensiva separatista, esta vez sobre la vera del Mar de Azov, se despertaron por el sonido de varias explosiones.
“En la madrugada del 6 al 7 de septiembre, en una violación del alto el fuego, un puesto de control a la entrada de Mariupol fue cañoneado”, denunció la asamblea municipal de la ciudad en un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.
El batallón Azov, el grupo paramilitar neo nazi que pelea codo a codo con el Ejército ucraniano y actualmente lidera la defensa de Mariupol, dijo que fueron sus hombres lo que fueron atacados.
“Las posiciones del Azov son atacadas con fuego de Grad (lanzamisiles de boca múltiple) en las afueras de Mariupol. Un puesto del batallón fue atacado hoy con morteros”, escribió en su página de Facebook el grupo armado.
Poco después los separatistas confirmaron la reanudación de los ataques, pero culparon a las fuerzas pro Kiev.
“Todo empezó con una provocación por parte de las fuerzas ucranianas. Cañonearon uno de los puestos de control de RPD (República Popular de Donetsk) en esa zona”, aseguraron los rebeldes a la agencia rusa de noticias Interfax.
Medios locales informaron que una mujer murió esta madrugada en Mariupol, pero aún no está claro si fue víctimas de los renovados ataques.
Ante la creciente tensión, el ministro de Interior de Ucrania, Arsen Avakov, no escondió su rechazo al acuerdo de cese de fuego firmado por el presidente Poroshenko, e informó en su página de Facebook que envió “refuerzos” a Mariupol.
El Ministerio del Interior no controla el Ejército, pero sí la Guardia Nacional, una milicia de “voluntarios”, muchos de ellos de extrema derecha, creada para combatir al levantamiento separatista, tras el derrocamiento en Kiev del presidente pro ruso, Viktor Yanukovich.
Pero Mariupol no fue hoy el único lugar del este ucraniano donde el conflicto se recalentó.
El gobierno municipal pro Kiev de Donetsk, la capital de la provincia homónima, y habitantes de la zona denunciaron que el barrio aledaño al aeropuerto, Spartak, fue fuertemente atacada durante la mañana.
Pese a que Donetsk es el principal bastión de los rebeldes, el aeropuerto de esa ciudad está controlado por el Ejército desde finales de mayo pasado. Los soldados apostados allí están completamente rodeados.
El gobierno de la separatista República Popular de Donetsk no hizo mención a los ataques en los alrededores del aeropuerto, pero sí denunció que el Ejército y sus grupos armados aliados lanzaron una nueva ofensiva contra sus combatientes en las localidades de Zuyevka, Janzhonkovo y Makeyevka, en los alrededores de la ciudad de Donetsk.
Al clima enrarecido en la provincia de Donetsk se sumó la confusión que sembró hoy el gobierno de Poroshenko al anunciar que sus socios de Estados Unidos, Francia, Italia, Polonia y Noruega le enviarán “armamento moderno” a su país, según anunció en su página de Facebook Yuri Lutsenko, consejero del presidente ucraniano.
Esta “cooperación” se firmó, según Lutsenko, en la cumbre presidencial de la OTAN de esta semana en Gales, la misma que Poroshenko utilizó como escenario para anunciar que su gobierno había alcanzado un acuerdo de cese de fuego con Rusia y las milicias separatistas pro rusas.
Sin embargo, los gobiernos de Estados Unidos, Italia, Polonia y Noruega negaron la información. “Esta noticia es incorrecta. Italia, junto a otros países de la UE y de la OTAN, está preparando un paquete de ayuda militar no letal, que incluye chalecos anti balas y cascos para Ucrania”, explicó un vocero del Ministerio de Defensa italiano, citado por la agencia de noticias Europa Press.