La maternidad del Hospital Provincial fue clausurada luego de que se viniera abajo una zona del techo y mampostería. Pese a las pésimas condiciones, se sigue recibiendo a mujeres por parir.
Los problemas no son nuevos pero en los últimos días se agravaron. Cedió gran parte del techo y se vino abajo la mampostería en una amplia zona del nosocomio. Incluso los médicos señalaron que cayó excremento de gatos.
Esta situación obligó a clausurar las salas de parto, preparto, alto riesgo, curaciones, enfermería y el salón de médicos, por lo que se tuvo que reestructurar estas funciones que ahora se realizan en salas comunes. Alguna de estas sólo están separadas por pizarrones que hacen las veces de biombos.
Por el estado calamitoso del Provincial, los residentes se quedaron sin lugar de descanso y debieron poner dos cuchetas y una heladera en una sala que no tiene ni duchas. Mientras tanto a las pacientes que entran en emergencia las deben llegar en camilla por ochenta metros hasta llegar a destino.