En el marco del Programa Municipal de Ajedrez, Rosario ya cuenta con 100 espacios distribuidos en los seis distritos -entre vecinales, clubes, bibliotecas, polideportivos, centros comunitarios, centros de salud, espacios públicos y escuelas públicas- en donde el llamado juego-ciencia es una llave para el aprendizaje y el encuentro.
El juego que también es considerado un deporte “es implementado y promocionado desde sus inicios como herramienta pedagógica, de formación cognitiva y de valores, de integración social, de transmisión democrática de la herencia cultural”. Así lo explica Matías Muguerza, coordinador General del Programa Municipal de Ajedrez.
Con una inversión de $ 7.200.000 anuales el Programa Municipal de Ajedrez planifica sus actividades a través de talleres, organización de encuentros y torneos interescolares e interinstitucionales de los que participan categorías infantiles, juveniles adultas y adultos mayores.
El 2022 se inició con una experiencia que refleja el crecimiento del Programa: el verano pasado el mismo se implementó exitosamente en polideportivos municipales como parte de las propuestas culturales para la temporada. En Parque Oeste, Deliot, Cristalería, 7 de Septiembre y Saladillo se jugó fuerte al ajedrez.
Desde febrero y hasta este mes de diciembre se realizaron más de 100 intervenciones itinerantes. Asimismo, el Programa cuenta con una Red de incentivo a jóvenes destacados con representación en instancias Nacionales, Sudamericanas y Panamericanas.
Cantidad, pero también calidad
El crecimiento del Programa se visualiza en la cantidad de talleres y en la duplicación de su cuerpo docente (20 docentes en 2021 y 37 en 2022). Mientras que en 2021 se dictaron 45 talleres presenciales y 12 virtuales, en 2022 los talleres presenciales fueron 95, mientras que la instancia de taller itinerante pasó el centenar de encuentros.
Una vez más, cabe destacar que los talleres de ajedrez se practican en escuelas, clubes, polideportivos, bibliotecas y espacios culturales que forman parte de la red de instituciones de la sociedad civil, que articula esfuerzos junto al municipio para potenciar el desarrollo, el fortalecimiento y el crecimiento exponencial de esta práctica que ha ido convirtiendo a Rosario en una ciudad de referencia.
Matías Muguerza detalla que en el 2021 la cantidad aproximada de alumnos alcanzados por el programa era de 1.367. Este año, el número ascendió a 2.370 beneficiarios mensuales sólo en talleres, alcanzando a más de 19.000 usuarios a través de actividades y talleres itinerantes.
Valeria Aguiar, directora General de Gestión Territorial de la Secretaría de Cultura y Educación, área específica de la cual depende el Programa Municipal de Ajedrez, valoró la experiencia como una de las más inclusivas y horizontales: “Es emocionante acercarse a alguno de los encuentros y ver las partidas de ajedrez. Este es un juego horizontal en el que no hay rivales invencibles, un juego que no discrimina edad ni género, ni ningún otro supuesto social. El ajedrez es sin dudas una valiosa herramienta de transformación a través de la cultura que nos permite construir ciudadanía cada día, en cada lugar”.
Por otra parte, cabe destacar la red de articulación que genera el Programa de Ajedrez con las familias de quienes participan. “Para quienes trabajamos en gestión cultural tener cercanía con las familias es un orgullo, que nos permitan conocer parte de lo que sucede en el seno cotidiano. Logramos trabajar junto a las familias de los alumnos regulares, conocer dónde viven. Con esta posibilidad y la confianza que nos depositan podemos acercar más y mejores herramientas del Estado municipal”, sostuvo Valeria Aguiar.
Un semillero de talentos
En vinculación con la Asociación Rosarina de Ajedrez que dirige Juan Jaureguiberry, el Programa Municipal es un semillero permanente de chicas y chicos que ingresan ávidos por aprender las reglas del ajedrez y alcanzan un altísimo nivel de juego, intercambio y competencia, siempre respetuosa y con los valores propios que son parte de este universo, en el que la táctica, la inteligencia, el cálculo, pero también el corazón, son los que guían los movimientos.
En este sentido se explayó Matías Muguerza: “Es destacable la posibilidad de tener acceso a la cultura a través de las diferentes formas que habilita el Programa Municipal de Ajedrez y poder ver que ese acceso a la cultura se consolida como un agente de transformación continuo y duradero en el tiempo. Hay chicas y chicos que empezaron a participar del Programa y hoy son parte del equipo de talleristas. Esas vidas se transformaron para siempre a raíz de un hecho cultural y el ajedrez se presentó allí como una posibilidad de tránsito hacia una vida mejor”.