Una sucesión de fuertes explosiones en iglesias y hoteles de lujo ha causado una matanza este domingo en Sri Lanka. Al menos 207 personas han muerto y hay más de 450 heridos, según el portavoz de la Policía, Ruwan Gunasekera.
“No podemos confirmar si eran atentados suicida”, agregó y anunció que había tres personas detenidas.Entre las víctimas hay también al menos nueve extranjeros. Las explosiones, registradas a primera hora de la mañana hora local, han originado un baño de sangre en tres iglesias y tres hoteles de lujo localizados en diferentes partes del país, donde centenares de fieles celebraban el Domingo de Resurrección. Más tarde se han registrado otras dos explosiones: una cerca de un hotel próximo al zoológico nacional y otra en un complejo residencial del norte de Colombo.
Estos ataques son los más sangrientos desde que terminó la guerra civil en Sri Lanka, un conflicto étnico-religioso que enfrentó a la mayoría budista cingalesa y a la minoría hindú tamil durante más de una década. Se ha decretado un toque de queda inmediato y por tiempo indeterminado, así como el cierre de redes sociales como Facebook y WhatsApp, según ha informado el ministerio de Defensa.
Una de las explosiones se registró en la iglesia San Antonio de Colombo, otra en la iglesia San Sebastián de Negombo, al norte de la capital, y la tercera en una iglesia de Batticaloa, en el este de la isla. Los tres hoteles de lujo atacados, el Cinnamon Grand, el Kingsbury y el Shangri-La, todos de cinco estrellas, están en Colombo. La séptima explosión se registró cerca de establecimiento turístico junto al zoo de Dehiwala, al sur de la capital. La octava explosión, en la que han muerto tres policías mientras ejecutaban una redada en una zona residencial en Dermatagoda, según el secretario de Defensa.
El ministro de Sri Lanka para las Reformas Económicas, Harsha de Silva, ha comentado en Twitter, citando al ministro de Defensa que estas explosiones “parecen deberse” a los sospechosos de las primeras detonaciones, en su huida de las autoridades.
Imágenes en las redes sociales mostraban techos y fachadas destrozadas, y sangre en bancos cercanos al altar en una de las iglesias atacadas. El primer ministro esrilanqués, Ranil Wickremesinghe, ha condenado los que ha calificado de “ataques cobardes”. “Hago un llamamiento a todos los esrilanqueses a permanecer unidos y fuertes en este momento trágico […] El Gobierno está tomando medidas inmediatas para contener la situación”, ha publicado en un mensaje en Twitter. El Ejecutivo ha convocado al gabinete de seguridad nacional para analiza la situación.
El ministro De Silva se encontraba en una iglesia en el momento del ataque y ha descrito “escenas horribles” de cuerpos destrozados tras la explosión. El presidente del país, Maithripala Sirisena, emitió un comunicado llamando a la ciudadanía a mantener la calma y apoyar a las autoridades mientras continúan las investigaciones sobre las condiciones de los atentados
Los ataques contra minorías religiosas en la isla se han venido repitiendo en el pasado, los últimos de relevancia en 2018, cuando el Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia después de se produjeran enfrentamientos entre musulmanes y cingaleses budistas con dos muertos y decenas de detenidos. Sri Lanka, con una población cercana a los 21 millones de habitantes, es un país mayoritariamente budista que cuenta con unos 1,2 millones de católicos. Junto al 70% de budistas, los hinduistas representan un 12%, los musulmanes un 10% y los cristianos, un 7%.
El año pasado hubo 86 incidentes que incluían discriminación, amenazas y violencia contra cristianos, según la Alianza Nacional de Cristianos Evangélicos de Sri Lanka (NCEASL), que representa a más de 200 iglesias y otras organizaciones cristianas del país asiático. Solo este año, la NCEASL ha registrado 26 incidentes de este tipo, incluido el intento de boicotear una misa por parte de monjes budistas el pasado 25 de marzo.
Imágenes difundidas por los medios locales muestran la magnitud de la explosión en al menos una de las iglesias, con el techo del templo semidestruido, escombros y cuerpos esparcidos mientras la gente trata de socorrerlos. “Por favor, permaneced en calma y dentro de las casas. Hay muchas víctimas, incluidos extranjeros”, ha asegurado en la red social el ministro de Sri Lanka para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, tras visitar varios de los lugares atacados.
De Silva ha señalado que habían convocado una reunión de emergencia y se mostró conmocionado por lo que había visto. “Escenas horribles. He visto miembros amputados esparcidos por todos lados. Equipos de emergencia están desplegados en su totalidad en todos los puntos. (…) Hemos llevado muchas víctimas al hospital, esperamos haber salvado muchas vidas”, ha relatado el ministro.
Las autoridades españolas han pedido hoy a los ciudadanos que se encuentren en Sri Lanka que “extremen las precauciones” tras los atentados registrados en ese país, que han causado al menos 138 muertos y más de 400 heridos. “Ha habido varias explosiones en #SriLanka esta mañana. Se recomienda extremar las precauciones”, indica la Embajada de España en la India, que se ocupa de los asuntos diplomáticos en Sri Lanka. “Mi más enérgica condena a los terribles atentados de Sri Lanka. Decenas de víctimas que celebraban la Pascua de Resurrección nos hacen llorar”, ha lamentado Sánchez en su cuenta de Twitter.