El acto se realizó en la Plaza de Armas de la Residencia de Olivos donde fueron armadas mesas y se improvisaron asientos con fardos de alfalfa. En lugar fue servido el tradicional locro, acompañado por empanadas criollas y pastelitos de dulce de batata como postre, y se sirvieron bebidas gaseosas, jugos y vino.
Como corresponde a la fecha y al menú, el almuerzo fue amenizado por un conjunto folklórico que cantó y mostró destrezas de malambo.
Entre el millar de comensales, según se informó oficialmente, se encontraban presentes la vicepresidenta Gabriela Michetti; ministros del poder ejecutivo nacional; secretarios de Estado y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con miembros de su gabinete.
Entre otras representantes de organizaciones social asisten miembros de las Cooperativas de Viviendas Quilmes; Grupo Comunitario Blanca Nieves; Fundación Margarita Barrientos; Ositos Cariñosos; Fundación Manos Abiertas; Comedor Comunitario Pamperito; Años Felices; Fundación Convivir; Centro Comunitario Copitos, entre otros.
También gente de la Fundación Obras de San José; Años Felices; Fundación Ayudemos a Crecer; Fundación Convivir; Asociación Civil Niño Jesús; Asociación en Defensa de Nuestros Derechos; Fundación las Otras Voces y Fundación Manos Abiertas, entre otras.
Además, el presidente decidió invitar a participar del encuentro a un grupo de vecinos de la Quinta Presidencial, que en muchos casos era la primera vez que trasponían los muros de la residencia presidencial, y escolares de establecimientos de Vicente López y de Hurlingham.
Macri, acompañado por su esposa Juliana se hizo presente en el lugar para saludar a los comensales, en una breve alocución, que finalizó con un “¡Viva la Patria!”, coreado por los presentes.
El su rol de anfitrión, el Presidente sirvió el primer cucharón de locro, para lo que utilizó como cuenco un zapallo asado y ahuecado, adornado con una cinta argentina, y se lo sirvió a Elvira Laje, una integrante de un centro de jubilados que la semana pasada cumplió 100 años.