Caballos pura sangre que son protegidos como mascotas, empleados en labores terapéuticas o para uso recreativo familiar, van a parar al mercado negro o directamente a la faena en frigoríficos e incluso carnicerías, en medio de cortes de carnes de vaca.
Así lo denuncian propietarios de animales criados en chacras situadas en zonas rurales de La Plata, especialmente de Los Hornos y Arana, quienes están en alerta por una sucesión de robos de animales desde hace meses, que se habría recalentado en las últimas semanas.
Según publica el diario El Día, propietarios de parcelas que funcionan como vivienda permanente o casa de fin de semana en amplios predios de 3, 6 o 10 hectáreas, creen que hay una banda involucrada en los robos y que maneja dos vectores de comercialización clandestina.