El ex capellán policial Eugenio Segundo Zitelli fue indagado ayer por la justicia federal. Era la tercera oportunidad en que se sentaba frente a un juez federal, para responder por su complicidad en el centro de torturas del Servicio de Informaciones, de San Lorenzo y Dorrego.
A las 8.15 Zitelli ingreso al juzgado federal Nº 4 frente al juez Marcelo Bailaque, junto a su defensor particular Eduardo Romera. En ese trámite fue imputado por “haber intervenido en su caracter de capellán del SI y de la Alcaidía de la Jefatura de Policía de Rosario en la privación ilegal de la libertad mediante violencia y amenazas de María del Carmen Sillato y de su esposo Alberto Antonio Gómez”. Luego el sacerdote se negó a responder las preguntas del fiscal Gonzalo Stara.
El ex capellán ingresó caminando a tribunal, acompañado de su defensor. en la vereda se encontraban representantes de las organizaciones de DD.HH que esperaban su llegada. Entre ellos Norma Ríos vicepresidenta nacional de APDH, quien le tomó la fotografía que ilustra esta nota. “Este es un gran momento para las organizaciones de DDHH, afortunadamente nuestras banderas han sido tomadas por jóvenes que continúan nuestra lucha, muchos de ellos presentes en el tribunal al momento del ingreso del cura Zitelli a su indagatoria” declaró Ríos.
Por otro lado, la dirigente lamentó “profundamente que el tiempo que se tomó la justicia para realizar las debidas imputaciones, impida que la mamá de una de sus víctimas, Eduardo Bracaccini, esté presente en estos momentos debido a su avanzada edad”.
Cabe recordar que María del Carmen Sillato integraba el grupo de detenidas políticas que desde la alcaidía de mujeres misma comenzara a denunciar los delitos cometidos en el SI, junto con María Inés Luchetti de Bettanín, Elba Juana Ferraro de Bettanín, Stella Maris Hernández, Tomasa Verdún, Olga Cabrera Hansen y Mónica Cattoni, entre otras. El grupo obtuvo solo cínicas respuestas por parte del ex capellán, como la justificación de la tortura que Zitelli ensayara con Nené Bettanín y con Sillato: “Que piense en su alma y que trate de salvar su alma”. Estas fueron sus palabras.
Por su parte la abogada Gabriela Durruty opinó que “es más que justo que se impute a Zitelli por su responsabilidad en los delitos que sufriera María del Carmen Sillato. En su testimonial quedó muy claro en qué terribles condiciones ella arribó a la Alcaidía de Mujeres, luego de ser atormentada en el SI. María del Carmen provenía de una familia muy religiosa, y le cuenta a Zitelli acerca de las torturas que había sufrido en el SI y las violaciones que allí se perpetraban. El cinismo de su respuesta es solo una cara más de la ferocidad con que Zitelli actuaba. Sin dudas su función dentro de la Patota de Feced era crucial” concluyó la letrada.
FUENTE: ROSARIO 12