Dos nuevos atentados con artefactos explosivos golpearon hoy bien temprano a la Policía de Colombia, uno en Barranquilla, en el norte del país, y en Santa Rosa, un poco más al sur, mataron a dos agentes e hirieron a otros seis y a dos civiles a menos de 24 horas de que otra bomba detonara en el muro exterior de una comisaria de esa misma ciudad y provocara cinco muertes.
Uno de los ataques tuvo como objetivo un Centro de Atención Inmediata (CAI) de la Policía, un pequeño puesto, en el barrio Soledad 2000, en plena madrugada, según informó la misma fuerza de seguridad, citada por los principales medios locales y la agencia de noticias EFE.
Como sucedió ayer, ningún grupo se adjudicó la autoría del atentado, que dejó un saldo de cinco policías y dos civiles heridos.
El segundo ataque se produjo también a la madrugada, apenas pasada la medianoche, cuando desconocidos lanzaron un artefacto explosivo a la estación de Policía de la vereda Buenavista, en la localidad de Santa Rosa, en sur de Bolívar.
Después de la explosión, atacantes no identificaron siguieron hostigando la comisaría por 25 minutos, según fuentes de la fuerza de seguridad, citadas por Caracol Radio.
El atentado terminó con dos policías muertos, Galviz Contreras Manuel y Posada Chavarria Ferney Alexander, y otro agente herido, Rivas Mosquera José Rosember, a quien le cayó el techo de la comisaría encima.
La ayuda tardó en llegar porque Buenavista es un lugar de difícil acceso, arriba del cerro San Lucas, donde no se puede llegar en auto.
La zona también es conocida por la fuerte presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la mayor guerrilla del país desde la desmovilización de las FARC, y de algunas bandas criminales vinculadas a la minería ilegal.
Los dos ataques de hoy se parecen mucho al que ocurrió ayer, también a la madrugada, contra una comisaría del barrio San José, al sur de Barranquilla.
Según informó el comandante de la Policía Metropolitana de esa ciudad, general Mariano Botero, desconocidos colocaron un artefacto explosivo en uno de los muros de la estación y lo hicieron detonar en medio de una zona residencial de gran concurrencia, rodeada de viviendas, un parque y una cancha de fútbol.
Los tres atentados ocurrieron en momentos en que el acuerdo de paz con las FARC, la antigua guerrilla que lideraba la guerra con el Estado, sigue avanzando y ya ingresó en el ámbito electoral, y el diálogo de paz con el ELN entró en una nueva ronda en Quito.