El 92 por ciento de los desastres naturales están relacionados con el cambio climático, según informó este jueves un informe de la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres y el Centro de Investigación de la Epidemiología de los Desastres (Unisdr).
“Atravesamos el año más caluroso jamás registrado. Unas 98,6 millones de personas se vieron afectadas por desastres en 2015 y el clima, ayudado por un fuerte fenómeno de El Niño, fue un factor en el 92 por ciento de casos”, dijo el director de ese organismo de Naciones Unidas, Robert Glasser.
A nivel global, el impacto más evidente se observó en las 32 sequías fuertes registradas el año pasado, más del doble con respecto al promedio anual de 15 en la década anterior, y que afectaron a más de 50 millones de personas, especialmente en África, según los datos publicados por la Unisdr.
Los cinco países más golpeados por desastres naturales en 2015 fueron China (26), Estados Unidos (22), India (19), Filipinas (15) e Indonesia (11).
El informe revela también que el impacto de los desastres no siempre está determinado por el tamaño o la demografía de los países; ejemplo de esto es que Guatemala tiene el quinto lugar entre los diez países con más muertos reportados a causa de desastres naturales, con 627 víctimas por deslizamientos de tierra.
Ese mismo país se encuentra en el noveno lugar por el número de afectados por ese desastre natural, un total de 2,8 millones de personas.
La directora del Centro de Investigación de la Epidemiología de los Desastres, Guha-Sapir, explicó que en Guatemala, como ocurre en el resto de Centroamérica, las poblaciones pobres viven en zonas inclinadas, “así que cuando caen fuertes lluvias hay estos desprendimientos de lodo”.
La ubicación de barrios en esas áreas está desaconsejada desde el punto de vista de la planificación urbana, agregó la experta.
Por su parte, Chile fue el sexto país que más pérdidas económicas sufrió por desastres naturales -entre aluviones, inundaciones y un terremoto que estuvo acompañado de un tsunami-, que se elevaron a unos 3.100 millones de dólares.
Los terremotos, aunque no son los más frecuentes, sí son la amenaza natural más mortal, como el que tuvo lugar en Nepal, que causó 8.831 muertos, detalló el estudio.
“El terremoto en Nepal confirmó una vez más que los terremotos son la amenaza natural más mortal y evidencia la importancia de garantizar el cumplimiento de los códigos de edificación. Los edificios son los que matan a la gente en las zonas sísmicas, como volvimos a ver el fin de semana en Taiwán”, recalcó Glasser.
Por el número de damnificados, las inundaciones ocuparon el segundo lugar de importancia, con 27,5 millones de personas afectadas en 152 episodios en todo el mundo durante 2015.
Las tormentas, intensificadas el calentamiento del planeta, constituyeron el tercer tipo de desastres que más gente afectó, con 10,5 millones de personas.
Las temperaturas extremas fueron otra categoría de desastre particularmente grave en 2015, sobre todo las olas de calor.
“Varios países de Europa se enfrentaron a límites de calor con números significativos de víctima mortales, sobre todo en Francia, mientras que la India y Pakistán experimentaron olas de calor que estuvieron entre las más graves de los últimos tiempos”, explicó Guha-Sapir.
Si bien el informe no aportó datos sobre Argentina, desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) afirmaron que “se está estudiando” la relación entre las temperaturas atípicas registradas durante el invierno y verano pasados y las inundaciones ocurridas en el litoral en diciembre pasado debido a las fuertes lluvias, ambos fenómenos consecuencia de El Niño.
“Existe la teoría de que el cambio climático agrava el fenómeno de El Niño, pero no ha sido demostrada”, explicó en diálogo con Télam la vocera del SMN, Cindy Fernández, quien sostuvo que se está analizando si el aumento de la temperatura del océano produce “más cantidad de niños, o niños más fuertes”.
La teoría no ha sido comprobada “porque no hay suficientes datos”, ya que “el último Niño fuerte tuvo lugar en 1997, cuando el calentamiento global era mucho menor, por lo que no se pueden comparar. El cambio climático avanza muy rápido y los niños no son tan frecuentes”, añadió.
Sin embargo, la meteoróloga afirmó que este año las temperaturas en casi todo el país fueron “superiores a lo normal”, excepto en la provincia de Tierra del Fuego y sur de Santa Cruz, donde fueron “inferiores a la media”, y que esta tendencia observada “durante los últimos años sí tiene que ver con el cambio climático”.
“En Argentina no están aumentando tanto las máximas, pero sí las mínimas. El 2015 fue el segundo año más cálido desde hace al menos 55 años, con una anomalía del 0,71 grados centígrados, mientras que el más cálido fue el 2012, con una anomalía de 0,75, que es mucho”, continuó.
A nivel global, esta anomalía es de 0,9 grados centígrados, según Fernández.