El 3 de febrero de 1813 en Santa Fe a orillas del Paraná San Martín y sus granaderos se enfrentaron cara a cara con miembros de la Milicia Realista de Montevideo quienes se dirigían por el río a aprovisionar a dicha ciudad sitiada.
San Martín se puso al frente de un escuadrón y embistió a los realistas en primera línea. Su caballo recibió impactos de metralla de dos cañones a corta distancia y cayó mortalmente herido aprisionado al Libertador bajo su peso. Se produjeron momentos de indecisión y confusión.
San Martín estaba atrapado a metros de las posiciones realistas por lo que se produjo un combate dentro del combate general entre los granaderos que querían salvar a su jefe y los realistas que querían tomarlo como prisionero o ultimado. Un soldado realista hizo el primer intento.
Vio a San Martín en estado de desprotección e intentó darle un sablazo que el libertador logró esquivar con un movimiento de cabeza recibiendo solo una herida en la mejilla. Otro soldado enemigo se dispuso a matarlo con su bayoneta. La situación de San Martín era muy complicada.
De la nada y como un centauro mitológico apareció Juan Bautista Baigorria quién con su lanza abatió al realista que intentaba atravesar con su sable a San Martín. Esta acción le dio tiempo a Juan Bautista Cabral a intentar liberar a su líder del peso de su caballo muerto.
Este héroe mestizo nació en San Luis en 1780 y no recibió reconocimiento alguno por su heroica y crucial acción. Algunos historiadores dicen que su rastro se perdió en 1818 en el Ejército de los Andes y presumen que podría haber terminado sus días muerto en acción.
Pero hay otros que a través de investigaciones más recientes dicen que Juan Bautista Baigorria tuvo una destacada acción en Maipú y que formó parte del comando que persiguió y atrapó al fugado Capitán General de Chile Casimiro Marcó del Pont y su Plana Mayor.
Luego formó parte de la Campaña Libertadora del Perú hasta el final de aquella inolvidable gesta.
Baigorria según algunos regresó a su Patria con el último contingente en 1826.
Se habría establecido en un sitio cercano a la actual Villa Dolores en la Provincia de Córdoba.
En un paraje llamado «Bañado de las Pajas” en donde murió octogenario en fecha desconocida.
El Juan Bautista olvidado de San Lorenzo cuya valentía permitió que hayamos aprendido el sacrificio heroico del Sargento Juan Bautista Cabral que protagoniza la famosa Marcha.
Su único reconocimiento llegó el 27 de noviembre de 1937 cuando se inauguró un busto en su honor en su provincia natal, San Luis.
Muchas veces la historia resalta solo los hechos épicos que no serían posibles sin los actos anónimos de valentía como los de Baigorria.
FUENTE: GENTILEZA, EL DIARIO DE BARADERO
