El titulardel bloque Partido Justicialista, Eduardo Toniolli, en conferencia de prensa, dio a conocer un nuevo relevamiento del Observatorio Social del Transporte.
“Estamos presentando un nuevo informe con dos ítems. Uno de ellos es un análisis que hacemos periódicamente, comparativo de servicios de grillas oficiales del transporte urbano de pasajeros entre el invierno 2016 y el invierno 2019”, señaló en primera instancia Toniolli.
“Ese estudio confirma lo que veníamos sosteniendo, esto es, año a año, una progresiva pérdida de la cantidad de unidades en la calle, fundamentalmente de las empresas privadas: Rosario Bus hasta hace un tiempo y actualmente Rosario Bus y El Cacique”, puntualizó el edil.
“La situación se agrava con la segunda parte del informe, elaborado el 31 de julio entre las 15 a las 18 horas (horario pico), en razón que toma las salidas de los colegios y la salida de horario de trabajo en la parada de Laprida y Santa Fe, por donde circulan 24 líneas de transporte (41%) de la flota”, puntualizó el legislador local.
Evaluación
La medición tomada arroja que “hay un claro incumplimiento sobre lo que dice la grilla oficial, que ha estado perdiendo unidades en el camino durante estos últimos años”, subrayó el edil.
Toniolli hizo referencia a que “sobre la grilla oficial de frecuencias nos encontramos con que El Cacique, de 100 servicios que debe dar, presta 90. Esto es casi el 10% de los servicios declarados que es lo que el Ente de la Movilidad le exige a la empresa. Rosario Bus también incumple, pero en un grado menor, aunque de manera sostenida respecto de los números oficiales”.
“Esto redunda en una frecuencia promedio más alta, lo que sumado a la irregularidad, que es mayor en las empresas privadas, produce los consabidos “trencitos” de dos o tres unidades juntas que generan una amplitud horaria entre servicio y servicio en horario pico de 43, 40 y 39 minutos en el caso de la empresa El Cacique (122 roja, 112 roja, 126 roja y negra) y, en torno a esta situación, la justificación del Ejecutivo es que son líneas que tienen dos banderas y entonces se combinan”, recalcó Toniolli.
El presidente de bloque hizo hincapié en que “muchas veces sucede que los baches también se combinan y coinciden entre las líneas, que en los barrios produce como resultante – fenómeno que percibe el usuario-, una larga espera, ya que el usuario no tienen dos opciones como en el centro”.
Dos lecturas
Para Toniolli, “esto nos lleva a dos lecturas en el plano político: Una es la que siempre hemos sostenido, que es que el Estado, en este momento crítico, se muestra cada vez más como una evidencia empírica, porque los ingresos por subsidios por corte de boleto son cada vez menores, y a eso se le agrega una capitalización que permite que la empresa estatal, en este caso, estandarice o preste un servicio un poco más digno”
El legislador completa su línea de pensamiento enunciando que “los hechos demuestran que las líneas que pasaron de Rosario Bus a MOVI son las únicas que han mejorado la prestación. Sin duda, los peores servicios los prestan las empresas privadas”.
“El Estado deja hacer”
“Esto se produce porque el Estado deja hacer, ya que no hay falta de control. No hace falta tener inspectores en la calle, debido a que con el GPS en las unidades las empresas saben en tiempo real cuantos colectivos tiene en la calle. El Estado sabe y promueve esto” argumentó el concejal.
“Y allí viene la explicación de la segunda parte: La entrada en vigencia del nuevo pliego, a partir del 1º de enero de este año y del transbordo gratuito, hace algunas semanas, que fue negociado por el Estado municipal a cambio de dejar resentir el servicio”, acotó Toniolli.
“Así la empresa y la intendencia negocian la inversión necesaria para ingresar en el nuevo pliego y el transbordo gratuito, -con beneficio para la población y que significa un perjuicio para la empresa-, a cambio de dejar resentir el servicio, que se concreta mediante el retiro de unidades de la calle”, explicita Toniolli.
“Ello significa un 10% menos de vehículos en la vía pública, 10 % menos de combustible utilizado; menos haberes para choferes; menos desgaste de material rodante. Cuando hay una baja frecuencia más irregularidad en la prestación del servicio, y como resultante se da el fenómeno que vienen unidades abarrotadas, con gente que viajan parada y hacinada”, agregó.
Cortes de servicios nocturnos
“La última medición en horario nocturno, en agosto pasado, fue contundente. Mostramos que en la mitad de Las líneas de TUP había un corte nocturno que oscilaba entre dos y once horas y eso hace que se incremente la fuga de usuarios, ya que había recorridos que desaparecían y los usuarios reemplazaban el colectivo por otro transporte. A eso le sumamos la pérdida del poder adquisitivo del salario y la desocupación creciente”, enumeró el edil justicialista.
Carlos Fernández, a cargo de la coordinación del relevamiento, puntualizó que “La cifra, según los últimos datos proporcionados por el Ente de la Movilidad en el último informe de febrero-marzo 2019, ya perforó el piso de 110 millones de viajes anuales, que es el mínimo histórico desde que tenemos registro en 1970. Hay un desfasaje del 50% en menos, de lo que fue el pico de 1986, que fueron 227 millones de viajes. Eso es un índice de lo que significa la crisis en que se encuentra el sistema del TUP”.
Disquisiciones sobre el posible aumento del boleto
El legislador que nos ocupa, al ser consultado sobre el posible aumento del boleto, fue explícito: “Eso sólo lo sabe la intendenta en su fuero íntimo, ya que si bien se ha terminado la delegación que en diciembre le dio el Concejo sobre el 90% de lo que establece el costo del transporte, en el último informe que firmó dejó abierta la posibilidad de un nuevo aumento. Si bien esta vigente la ordenanza original, estiró el chicle de la norma para permitirse ir de la mano de la inflación y de los salarios”.
“Se dejó esa posibilidad para Setiembre, porque la lógica que ha establecido el Frente Progresista en su gestión del TUP, los aumentos de insumos se trasladan directamente al usuario, Es una pésima decisión porque redunda en la cantidad de usuarios y en menos ingresos al sistema, por lo que estimo que acá hay que barajar y dar de nuevo”, concluyó Toniolli.