Padecía cáncer de colon. Se destacó en concursos de belleza y trabajó con los principales capocómicos del país.
Luego de batallar contra un cáncer de colon, diagnosticado hace apenas un año, Beatriz Salomón falleció este sábado a los 65 años en el Hospital Fernández, donde se encontraba internada desde hace varios días tras una recaída que había sufrido a principios de mes. Tenía dos hijas: Noelia (18) y Betina (15).
A la reconocida vedette se le detectó su enfermedad a mediados de 2018, luego de ser hospitalizada por una hernia umbilical. “Fue difícil cuando me lo dijeron”, reveló, muy triste, en su momento. Los médicos le descubrieron el tumor y a partir de ese momento comenzó con el tratamiento de quimioterapia.
La actriz contó que cuando supo del diagnóstico se aferró al amor de sus hijas para poder seguir adelante con el complicado tratamiento.
En diciembre del año pasado, además, tuvo una infección urinaria que la obligó a permanecer hospitalizada en el Hospital Fernández, donde tuvo la mala suerte de caerse y fisurarse la cadera.
Una de las últimas apariciones públicas de Salomón fue, en abril pasado, en el programa de Mirtha Legrand, en el que contó entre lágrimas cómo era su lucha diaria contra el cáncer: “Bajé diez kilos, perdí toda la masa muscular y mi melena”.
Si bien Beatriz quedó identificada como una de las recordadas “Chicas de Olmedo”, durante toda su carrera trabajó con los personajes más icónicos del teatro, cine y la televisión argentina. Sin embargo, a pesar de ser una de las vedettes más glamorosas de la farándula en los 80′ y 90′, en sus inicios Beatriz sorprendió al mundo de la moda con su belleza y actitud.
En 1971, Salomón ganó el concurso de Miss San Juan, certamen que le permitió ser precandidata a Miss Universo por Argentina, donde fue premió con la mención especial de Miss Simpatía. En 1974 fue Virreina de la Fiesta Nacional del Sol, desarrollada en la Ciudad de San Juan. Eso le abrió las puertas al mundo publicitario, en el que se destacó como modelo de muchas marcas.
En 1980, Beatriz participó de Comandos azules en acción, su primera película. Sin embargo, tras un parate de siete años, recién en 1987 y de la mano de Olmedo empezó a tener reconocimiento masivo por cuatro películas que realizó ese año: El manosanta está cargado; Los colimbas al ataque; Galería del terror y No toca Botón.
Justamente, en la versión televisiva de No toca botón, se destacó su participación en los icónicos sketchs del “manosanta” y de “Álvarez y Borges”, protagonizados por Javier Portales y Alberto Olmedo.
Durante la década de los 80′, también deslumbró en la escena teatral porteña: realizó El Negro no puede (1986) junto a Olmedo y Portales; Eramos tan pobres (1987) también de la mano del “Negro”, Silvia Pérez, Divina Gloria y elenco y, en 1989, un año después del fallecimiento de Olmedo, protagonizó junto a Jorge Porcel, Hay fiesta en el conventillo.
Tras el deceso del humorista rosarino, en marzo de 1988, Beatriz desarrolló una extensa carrera, participando en numerosas producciones televisivas, teatrales y cinematográficas. Trabajó junto a figuras como Jorge Corona, Tristán, Guillermo Francella y con la mayoría de los humoristas argentinos de esa época.
Pionera de la mujer empoderada, siempre se mostró extravagante real y muy sensual. Esa sensualidad le valió en tres oportunidades ser tapa de las revistas Playboy y Eroticón.
Su vida también estuvo marcada por los escándalos. En 2004, un episodio mediático que involucró a su entonces marido, el médico Alberto Ferriols, le cambió la vida para siempre. Entonces, el ciclo Punto doc, por América, que producía Cuatro Cabezas emitió un programa en el que aparecía su marido junto a una travesti en su consultorio.
Al cirujano plástico le habían colocado una cámara oculta y la vedette se enteró viendo el programa en vivo, en el living de otro ciclo, Intrusos en la noche, que se emitía después de Punto doc. Salomón aseguró que la habían invitado al programa encabezado por Jorge Rial pero nunca le dijeron qué iban a pasar en vivo.
El impacto fue tan brutal que la vedette se divorció de Ferriols, inició un juicio millonario contra la productora (por entonces a cargo de Mario Pergolini) y contra los periodistas Jorge Rial, Luis Ventura (de Intrusos en la noche) y Daniel Tognetti y Miriam Lewin (de Punto doc). Los acusó de haberle arruinado la vida y les inició un juicio millonario.
En 2017, La Justicia determinó que debían pagarle 30 millones de pesos por violación de la intimidad y daño moral. Sin embargo, un año después, la Sala B de la Cámara de Casación bajó el monto a 600 mil pesos. Salomón apeló ese fallo ante la Corte Suprema, que aún no se pronunció.
El caso la persiguió durante años, se recluyó junto a sus hijas. Y siempre que tuvo la posibilidad se ocupó de decir que ese episodio la perjudicó económicamente ya que las ofertas laborales empezaron a disminuir.
Hace pocos meses, luego de 14 años sin vincularse con su ex marido, Salomón volvió a hablar con Ferriols, debido a su enfermedad y para que se pudiera restablecer la relación del padre con sus dos hijas.
En los últimos años, Beatriz denunció más de una vez públicamente sus problemas económicos debido a la falta de trabajo. En 2006 tuvo un paso fugaz por “Bailando por un sueño”.
Uno de los pocos que le abrió de nuevo las puertas a lo laboral fue José María Muscari. El director la convocó en 2017 para hacer la obra Extinguidas junto a otras ex chicas Olmedo como Adriana Aguirre, Noemí Alan, Patricia Dal, Silvia Peyrou, Mimí Pons, Sandra Smith, Naanim Timoyko y Pata Villanueva. Todas contaban en el escenario su experiencia como símbolos sexuales de una época y no tenían problema en reírse de ellas mismas.
El año pasado, Salomón sufrió un problema de cadera y debió ser operada. Pero lo peor llegó con el cáncer de colon. La actriz, en distintas entrevistas, reveló detalles de su cruel enfermedad. Debido a eso, en los últimos tiempos usaba una peluca confeccionada especialmente por su peluquero.