La localidad cordobesa de La Cumbre, ubicada en el Valle de Punilla y protegida por una ladera de las Sierras Chicas, a 94 kilómetros al noroeste de la ciudad de Córdoba y a 1.141 metros sobre el nivel del mar, recibe a los viajeros con el verdor de su valle y un clima seco, de montaña, ideal para el turismo en todas las estaciones del año.
Esta aristocrática localidad nació con el ferrocarril, cuando todavía estaba en poder de los ingleses, situación que revirtió el presidente Juan Domingo Perón al nacionalizarlo durante su primer gobierno.
En 1892, los británicos crearon el ramal que unió a Cosquín con Cruz del Eje. Luego, cuando corría 1896, el británico Robert Runciman loteó la estancia San Jerónimo, con la división de los terrenos, los ingleses se fueron estableciendo allí, dando origen al casco céntrico de La Cumbre.
En 1926 abrió sus puertas el Golf Club, al cual asistían empleados del ferrocaril, británicos en su mayoría. Con el paso del tiempo fue ganando celebridad y reputación por su cancha de golf de 18 hoyos. Así se fueron sumando adeptos de alcurnia no sólo porteña, también concurrían aristócratas de Rosario y de Córdoba, que no tardaron en construir allí sus mansiones de veraneo, siguiendo el estilo victoriano que la comunidad británica había impuesto. Aún hoy la zona conserva ese estilo en la arquitectura de sus casonas.
Sede de eventos deportivos y artísticos, La Cumbre es frecuentada por artistas de diversas ramas del arte, como pintores y escultores, que han realizado muchas de sus obras bajo el sol de estas mágicas sierras.
Decenas de eventos deportivos, como el Campeonato Nacional de Parapente, en Cuchi Corral; el Abierto de La Cumbre, en el Golf Club; y el Rally Mundial, son algunos de los que se llevan a cabo en esta zona del Valle de Punilla.
En diciembre se lleva a cabo Las Noches de las Galerías (Gallery Nights), un circuito artístico que incluye la nueva galería de arte del pintor Miguel Ocampo, la casa museo del escritor Manuel Mujica Láinez -inmensa casona de estilo español que se asoma entre añosos árboles- y la legendaria estación de trenes (hoy sede de la Secretaría de Turismo). El circuito incluye la visita a bares y también algunas posadas.
Mujica Láinez vivió en la zona residencial de Cruz Chica desde 1964 hasta su muerte, en 1984. La casona la compró en 1969 y su costo superaba sus posibilidades económicas. En su libro “El Paraíso” manifestó estar orgulloso de haber entregado como primer pago seiscientos mil pesos provenientes del premio literario “Forti Glori”.
Gran parte de su obra literaria fue desarrollada en su amada casona de La Cumbre, donde se conservan muebles antiquísimos, algunos de ellos pertenecieron a la élite porteña de otros tiempos.
Hoy se exhiben allí pinturas de Soldi y esculturas de Zorrilla; y su inconmensurable biblioteca cuenta entre nueve y diez mil volúmenes.
Siguiendo el ejemplo de Láinez, muchos otros intelectuales y artistas eligieron pasar largas temporadas en La Cumbre, por lo que es posible encontrarse en cualquier callecita o en el más conocido de sus pub’s nocturnos, El Pungo, con el músico Fito Páez y otros reconocidos integrantes del espectáculo. También recorrió sus calles el pintor Remo Bianchedi y la escritora Vlady Kociancich, entre otros destacados de la cultura.
Para tener una vista panorámica de La Cumbre y alrededores, lo ideal es llegar hasta el Cristo Redentor, una escultura de 7 metros de altura.
La céntrica Plaza 25 de mayo suele ser el punto de inicio de un paseo que va bordeando el río San Jerónimo hasta llegar al balneario, que es sumamente concurrido en verano, para luego internarse en el bosque.
Y para conocer a fondo la región, son recomendables los paseos en bicicleta, organizados por un guía. La propuesta del circuito que recorre el valle del río Pinto y llega a la localidad de San Marcos Sierra, está catalogada como imperdible.
Abundan las tiendas con objetos diversos y también los hay regionales para llevarse a casa de recuerdo. La artista plástica Emma Gargiulo presenta en su local obras de arte colectivas, completando el ofrecimiento con objetos de arte decorativo. Muchas de las obras y objetos que se exhiben son de su autoría
En la exclusiva zona de Cruz Chica, a la cual se arriba por la avenida Monseñor Cabrera, se encuentran las casonas palaciegas, construidas por nobles europeos y familias patricias. Muchas de estas construcciones hoy se han transformado en hoteles.
Otra opción para visitar es el vecino pueblito de San Esteban, en cuyo barrio de Dolores se filmó la película “Flor de Durazno” en la que actuó Carlos Gardel. De arquitectura colonial, su capilla de piedra data de 1750 y la particularidad del molino de San Esteban es que fue construído por Alexandre Eiffel, el mismo que construyó la torre parisina.
A 9 kilómetros de La Cumbre, en Cuchi Corral, está el cerro El Mirador. Se trata de una plataforma natural de 400 metros, valorada y conocida mundialmente porque permite prácticas de vuelo tanto en aladelta como parapente. Cuenta con un microclima ideal, que permite alcanzar techos de hasta 3.000 metros de altura. Dicen los que saben, que subir al mirador permite abarcar la inmensidad del valle del río Pinto y que es inolvidable ver un cielo plagado de colores conformado por la variedad de parapentes.