Durante la reunión del Gobierno con los empresarios y la CGT acordaron que el pago de un bono a fin de año de $5.000 tendrá carácter obligatorio y se aplicará para todos los trabajadores del sector privado. El bono contará con las siguientes características:
Será obligatorio por decreto para todas las empresas privadas: tendrá que ser abonado a todo el personal. El decreto que se publicará en el Boletín Oficial habilitará algunas excepciones en las forma de pago del bono solamente en empresas que estén atravesando dificultades (se podrá abonar en más de dos cuotas). Por el momento, no se conocen detalladamente las excepciones que se aplicarán.
No alcanzará al sector público.
Tendrá un piso de 5 mil pesos y se debitará en noviembre y enero de 2019. Aquellas compañías que se encuentren con dificultades tienen la opción de pagarlo en más tramos.
Hasta los $5.000 el suplemento no será remunerativo, salvo en aquellos sectores que se abone un monto superior. No obstante, empresas que paguen más del mínimo deberán hacer pagar cargas sociales.
La recompensación se podrá tomar en cuenta con futuros incrementos salariales que ya fueron acorados de antemano en paritarias de actividad o incorporarse a los básicos de convenio en lugar de una recomposición convenida en el marco de la negación colectiva.
En el decreto que se emitirá en las próximas horas, el Gobierno justificará las nuevas características del bono en “situación de emergencia” que están atravesando los trabajadores por el deterioro del sueldo, perjudicado por la inflación.
