La escritora y ensayista aseguró que se puede trazar un claro paralelismo entre los gobiernos de Macri y Menem y advirtió que la desigualdad se acentúa cada vez más.
Beatriz Sarlo, una de las intelectuales más lúcidas de la Argentina fue una fuerte detractora del gobierno de Cristina Kirchner. Cada una de sus críticas motivaba una casi inmediata respuesta desde el seno del poder o bien desde Carta Abierta. Luego de más de dos años y medio de gestión de Cambiemos, los dardos de Sarlo hacia el ocupante de turno de la Casa Rosada no disminuyeron.
En una entrevista brindada a El Cronista Sarlo evaluó el gobierno de Mauricio Macri y fue contundente al trazar un paralelismo con el legado de los 10 años de menemismo. “Creo que (la Argentina de Macri) es una Argentina donde las condiciones de injusticia en la desigualdad de la riqueza se acentúa enormemente, donde el problema fundamental de esa Argentina, que es el 30% de pobres y dentro de ellos los chicos y los jóvenes sigue intacto o en crecimiento y cuyas consecuencias finales las vamos a ver dentro de unos años, como con el menemismo”.
Y siguió: ¿Por qué las capas medias votaron masivamente al menemismo en 1995? ¿Cómo fue reelegido Menem? Las consecuencias se tuvieron que ver después de esos primeros años de gobierno, entonces yo creo que esas consecuencias ya están en las encuestas, en los números, en los estudios, pero cuando empecemos a verlas, como en el ’95 empezamos a ver a los cartoneros, vamos a verlas en la trama”.
“El país que dejará Macri va a ser peor que el que dejó Menem” sentenció Sarlo.
Sarlo advirtió que el gobierno de Macri “está destruyendo lo que fue una trama argentina muy tradicional, que tenía que ver con las pequeñas empresas, los trabajadores independientes, no sólo con los obreros en las grandes empresas, esa es una trama muy tradicional de la Argentina que hacía que se diferenciara de los otros países de América latina”.
Sin embargo, señaló, “hoy los números de la Argentina son parecidos a los de otros países de la región en términos de pobreza y de exclusión. La diferencia en el rendimiento de los estudiantes entre los que van a las escuelas de centros urbanos de capas medias y medias bajas y de los de escuelas particulares y de los que van a las escuelas de los centros suburbanos, es terrible. Es decir, en términos que ya no se arreglan, como ya no se arregla la pobreza que dejó (Carlos) Menem. O sea que van a pasar muchas décadas antes de arreglar esa pobreza”.